Empezar el día en paz en Riazor

Javier Becerra
Javier Becerra CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

J.B.

La cuenta atrás se avista en el horizonte temporal. En el de verdad, los diferentes azules componen un cuadro de Rothko.

12 abr 2024 . Actualizado a las 11:07 h.

Riazor se prepara para algo. Todavía se encuentran las dunas levantadas. En la arena se pueden ver algunas vallas cercando tuberías. Y en la rotonda de las Esclavas hay desperfectos que esperemos que se arreglen antes del verano. La sensación al pasear por allí a las nueve de la mañana es la misma que estar en un colegio en agosto o en un hotel turístico en marzo. La de estar fuera de lugar, pero no tanto. Porque la cuenta atrás se avista en el horizonte temporal. En el de verdad, los diferentes azules componen un cuadro de Rothko. Cuando uno lo deja de mirar y se gira se da cuenta de que ahí, en ese espacio, forma parte de un ecosistema muy particular. De beneficiosos efectos para el espíritu.

En Riazor a esas horas el ruido suena a placentero silencio. No solo el del oleaje mar, que en estas soleadas mañanas llega especialmente bonito. También, el de los alumnos de las Esclavas, que estos días hacían Educación Física corriendo por el paseo marítimo. O el ladrido puntual de los perros que, ahora sí, pueden rebozarse por el arenal al gusto. Es lo que escucha el hombre que, animado por la temperatura, se descalza y pone los pies al sol. O el que se aventura con una caña de pescar entre las rocas. Y aunque la desastrosa situación de los Arcados haga crujir el pensamiento, y los residuos con los que tropiezan los ojos inviten a maldecir a sus responsables, lo cierto es que ahí, paseado sin más rumbo que el que guía la belleza, aparece una tranquilidad ajena a las prisas, los bocinazos, los mensajes de WhatsApp y la sensación de no llegar a no se sabe qué. Como si ese aire atlántico que entra en los pulmones lograse masajear todas y cada una de las fibras nerviosas, dan ganas de que todo siga así. Preparándose para algo y proporcionando paz a todos los que acuden a buscarla.