La lectura del iris y el miedo

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

La compañía Worldcoin escanea el iris de las personas en el centro comercial Marineda City.
La compañía Worldcoin escanea el iris de las personas en el centro comercial Marineda City.

La iniciativa comercial desarrollada esta semana en A Coruña abre el debate ¿el problema es la tecnología o el uso que se le dé?

24 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la lectura del iris se va a generar una base de datos de hashes a partir de la huella biométrica para crear una red de blockchain. ¿Complicado, no? Diría incluso que asusta un poco.

Pero haga ahora un pequeño experimento. Regrese por un momento a su más tierna infancia. A aquellos años ochenta en que el Simon y el ZX Spectrum eran tecnología punta. A los noventa... Más adelante si lo prefiere. Y piense cómo recibiría este otro mensaje: «Hay que crear un perfil en Instagram y subir unas stories, pero pasarlas antes por ChatGPT para que la AI las mejore». ¿Es probable que sintiese entonces esa misma inquietud?

Decían los filósofos estoicos que los hombres no tienen miedo de las cosas, sino de cómo las ven, y creo que este es un ejemplo claro: la cuestión no es la lectura del iris, sino lo que imaginamos que puede pasar si consentimos esa práctica. Estoy seguro de que en muy pocos años todos pasaremos nuestros ojos por un lector en el aeropuerto, y será tan normal como pasar hoy por el detector de metales. Pero el problema no es la tecnología, sino el uso que se le dé, y ahí radica el quid de la cuestión: la normativa reguladora va a años luz de distancia y son las empresas las que marcan la pauta y el ritmo.

Eso es lo que asusta, así que yo tampoco dejaría que me leyesen el iris sin que exista una regulación clara y sin conocer antes los propósitos. Y menos aún por una limosna de 70 criptomonedas para que otros hagan el verdadero negocio.

Pero en cuanto a la tecnología, desengáñense: no estamos hablando del futuro, ni siquiera ya del presente. La lectura del iris es casi la prehistoria de lo que se está inventando en este momento. Y eso sí que asusta.