El cachondeo de la pasarela

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

César Quian

Pocas veces una infraestructura peatonal como la de Pedralonga acumuló semejante demora

27 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Libro Guinness de los Récords abrirá sus páginas en cualquier momento a la pasarela de Pedralonga; una gran oportunidad para que la ciudad meta la cabeza en ese volumen de referencia. Y todo gracias al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con una agenda urbana tan escarallada que va camino de batir todos los registros: pocas veces una infraestructura peatonal de este tipo acumuló semejante demora.

El Estado puso la primera piedra en septiembre del 2021. Lo hizo en el barrio de Pedralonga para establecer «un itinerario peatonal seguro hasta Palavea, sobrevolando Alfonso Molina». Aquella primera piedra debió de ser descomunal, porque tuvieron que pasar ocho meses hasta que el 30 de mayo del 2022 llegaron a trabajar las primeras máquinas.

Desde entonces asistimos, en dosis homeopáticas, a una sucesión de piezas que se han ido incorporando al trazado de la pasarela, jaleadas todas ellas como un acontecimiento. El pasado 27 de noviembre colocaron el tramo central. ¡Un año y medio después de aquel primer pedrusco! Y este 13 de enero llegó otro más, que, sin instalar aún, agoniza hoy junto al esqueleto de la pasarela, a la espera, seguramente, de que el final del período de sombra electoral permita inaugurarla. Si es que algún día se inaugura, después de estos dos años y medio de circo.

Llegados a este punto, alguien podrá pensar que estamos hablando de una obra imperial, a la altura del Coliseo romano. Nada más lejos de la realidad. Es una puñetera pasarela que desde el Gobierno central han tenido la desfachatez de vendernos como la primera fase de la reforma de Alfonso Molina. El túnel del Sol y Mar o el dragado de la ría les llevan la delantera.