Grietax: el drama de no dormir

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Vivir en un lugar tan céntrico y privilegiado como el Orzán puede convertirse incluso en un problema grave de salud

16 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Que levante la mano el que no ha pasado al menos un día de juerga en el pub Grietax, o en otro parecido, cantando a voz en grito alguno de los temas de moda. Sospecho que muy pocos la levantarán. Por ahí han pasado, si no todos, la inmensa mayoría de los coruñeses de varias generaciones.

Yo lo recuerdo en su apogeo, en los años noventa. Uno se metía allí dentro, si conseguía entrar. La música impedía incluso las conversaciones con los colegas porque el interior era un estruendo ensordecedor (y lleno de humo), y no sé si a alguien se le ocurría en aquel momento pensar en los vecinos.

Hoy, sobre el Grietax pesan un año de cese de actividad y 12.000 euros de multa porque a alguien sí se le ha ocurrido pensar en los vecinos. Fundamentalmente a los propios vecinos, y también al Ayuntamiento, que se ha metido en este cuerpo a cuerpo con quienes dificultan o impiden el descanso de los demás.

Vivir en un lugar tan céntrico y privilegiado como el Orzán puede ser un drama, el drama de no dormir. Poca broma. Puede convertirse incluso en un problema grave de salud que ha llevado a muchos residentes a cambiar de piso, a irse del barrio, a refugiarse en la vivienda de sus padres o a pelear por su innegable derecho al descanso.

No tengo nada, en absoluto, contra el ocio nocturno, pero creo que tiene que buscar su sitio entre el legítimo negocio y los derechos de los vecinos. Y hay empresarios ejemplares que controlan los decibelios como es debido, y otros que no lo terminan de entender.

El camino correcto para ponerles coto cuando no atienden a razones es el que han emprendido residentes y Ayuntamiento: la Justicia.