Marea, el rock continúa «sin riendas» en el muelle de Batería

laura longueira / d. v. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Casi 7.000 personas celebran los 25 años del quinteto navarro en A Coruña

23 jul 2023 . Actualizado a las 00:16 h.

Los jinetes tienen sed, los potros están ensillados y está despuntando el alba. Galopemos pues... así presentaba Marea Sin riendas, su última gira por España en el año que celebran su 25.º aniversario. Como sin riendas se mostraron los casi 7.000 rockeros que llenaron el puerto coruñés. Desde antes de la apertura de puertas, centenares de admiradores de la banda pamplonica aguardaban bajo el sol para ver lo más cerca posible a Kutxi Romero y los suyos. Salió Bocanada a amenizar la espera que poco tuvo de calma antes de la tormenta. Liderados por Martín Romero, en cada acorde se notaba respeto y admiración, como un hermano pequeño que se inspira en su superior. «Tranquis, se acabó. Hasta siempre A Coruña, nos volveremos a ver» fueron las últimas palabras de Martín en el escenario a un público cada vez más eufórico y abundante. Dejaron el listón muy alto.

Dos potros en el fondo. Y otros tantos galopando en las dos pantallas que rodean el enorme escenario, mientras, una marea de camisetas vestían de negro el puerto, los cinco integrantes de la banda navarra saltaron al escenario y el público comenzó a vibrar. «Boas noites, qué guay que hayáis venido todos» dijo el vocalista tras los primeros compases. Otra cicatriz, Más me duele a mí y La grillera se cantaron al unísono como si se tratase de las más míticas canciones del grupo. Tenía miedo Kutxi que no se supiesen las nuevas del disco, pero no defraudaron los gallegos.

Como no podía ser de otra forma, empezaron presentando su último disco, Los potros del tiempo, por el que ya han recibido el disco de oro y el premio Odeón a mejor álbum de rock en este 2023. «Gracias por aguantar las nuevas, ahora vamos con la viejas que sé que vos gustan más», gritó Kutxi. Quién aprovechó otra pausa para saludar a Los Suaves que se acercaron a verlos. Tras Scorpions, Batería volvió a ser testigo de otra noche de lo más rockera antes del Morriña Fest de la próxima semana en el mismo escenario.

Después sonó Mierda y Cuchara para dar paso a El temblor y una de las más esperadas, Manuela canta saetas, para volver con el nuevo disco. El público se desbocó como nunca y miles de teléfonos inmortalizaron el momento cuando sonó Corazón de mimbre.

Con Kutxi y El Piñas a la voz, César y Colibrí a las seis cuerdas, y Alen a la batería, el cielo coruñés retumbaba rock. El momento más emotivo de la noche llegó durante la versión de Barricada de El Trompo, Colibrí se colgó la ya famosa guitarra roja en un homenaje al fallecido Boni de Barricada. «Siempre Boni» gritó el público. La Rueca y La luna me sabe a poco se cantaron a pleno pulmón antes de los bises, para acabar como ya es tradición con Jindama, El perro verde y Marea. El broche de oro perfecto. Había ganas de Marea y nadie se fue a su casa como si nada, más de dos horas y media de rock en las que los Marea demostraron que son de los grandes del rock español.