El alcalde presentará un proyecto a Augas de Galicia para llevar el servicio a las casas que faltan para alcanzar el 100 %
07 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El municipio de Coirós, un modesto satélite en la comarca de Betanzos, lanza periódicamente algún mensaje de modernidad y revolución para beneficio de sus vecinos. Ahí están las revolucionarias ayudas a la natalidad (600 euros por hijo, 1.300 si es el tercero), que ha conseguido consolidar. También ha sido de los primeros en alimentar los edificios públicos con energía solar. Y ahora, su alcalde, Francisco Quintela, quiere firmar otro hito histórico que ya acaricia con las manos. «Queremos llevar el saneamiento a todos los vecinos, al cien por cien, y nos falta muy poco... seríamos el primer ayuntamiento rural en Galicia», explica el regidor, que enfatiza el mérito de su proyecto por la dispersión de la población de su municipio. Los técnicos están redactando un informe que Quintela se llevará bajo el brazo en una inminente reunión con Augas de Galicia. Allí les explicará que más del 80 % de sus vecinos tienen servicio de saneamiento. «Y entonces les pediré ayuda para completar lo que faltan, unas pocas casas en la zona de Collantres y Anta», dice el alcalde en referencia a las dos esquinas del municipio con base en la vieja N-VI. También faltan algunas casas en Figueiras «por problemas de cota», así como alguna vivienda en Coirós de Abaixo «por alguna circunstancia especial». Pero en todas, asegura, se están estudiando posibles soluciones.
«Cuando empezamos con el saneamiento, alguna gente era reacia a conectarse a la red porque costaba dinero, pero ahora todo el mundo lo demanda», añade el alcalde, cuya gestión en este apartado se inició con decantadoras en cada parroquia hasta construir la primera EDAR a los pies de A Espenuca. Posteriormente se construyó otra en Santiago de Ois con los fondos europeos del Plan Mandeo, y la Xunta construyó otra en Armea.
A finales de la década de los noventa, Coirós completó el servicio de agua a todo el municipio. «El saneamiento y la traída de agua potable es cultura en Galicia», repite como un mantra el alcalde. Una de sus primeras negociaciones con el finado conselleiro Xosé Cuíña fue la construcción de depósitos de agua en puntos estratégicos. «¡150 millones de pesetas le arranqué de aquellas!», recuerda Quintela, quien presume de red hídrica mientras el embalse de Cecebre agoniza. «En Coirós tenemos un depósito de reserva, por si las cosas vienen muy mal dadas».