Reproduciendo los últimos momentos del coronel Solís por tierras compostelanas y de Carral

Cristóbal Ramírez

CARRAL

CRISTÓBAL RAMÍREZ

El pronunciamiento militar fue el primero de lo que entonces se llamaba provincialismo

21 oct 2023 . Actualizado a las 05:05 h.

Es la tragedia lo que llama la atención, y por eso cuando se habla de los Mártires de Carral se piensa en esa localidad cerca de A Coruña y, por lo tanto, fuera de la comarca compostelana. Ahora aquel episodio histórico se estudia hasta en los colegios e institutos, pero muy de pasada. Súmesele que el pronunciamiento militar —con gran respaldo de la empobrecida población— del coronel Solís fue el primero de eso que entonces se llamaba provincialismo, concepto político que viene a ser el padre del regionalismo y este, del nacionalismo. Eran otros tiempos, porque el calendario marcaba el año 1846.

La historia es más o menos conocida: el coronel Solís se rebela contra un poder central opresivo, provoca la insurrección en varias ciudades gallegas (no en A Coruña, que era clave, férreamente atenazada por el miedo a los fusiles del sector conservador del Ejército), se equivoca en el planteamiento militar durante tres semanas, es derrotado primero en Montouto (Teo) y luego en las calles de Santiago (la resistencia numantina final la organizó desde San Martiño Pinario), se entrega y lo trasladan a A Coruña, a donde nunca llega. Ante el temor a que los coruñeses lo aclamen y liberen, lo someten a un juicio sumarísimo en Carral, lo trasladan a la iglesia de Paleo y allí lo fusilan, al igual que a un grupo de oficiales (un sargento sería pasado por las armas en Betanzos).

Pero eso es la segunda parte de la historia, porque la primera sí se desarrolló en la comarca compostelana. Fue en Santiago donde se sublevó, con gran apoyo y entusiasmo de la población, y fue en Sigüeiro donde tuvo el primer choque con las fuerzas del Gobierno central. Un choque donde no se disparó ni un solo tiro, aunque días más tarde ambos bandos volverían a encontrarse ante ese puente estratégico.

¿Qué queda de todo ello? Pues en la comarca compostelana una ruta por Cacheiras adelante reproduciendo el recorrido de Solís hasta el momento de la retirada a Ponte Pedriña. En las cercanías de A Coruña, el llamado Monumento a los Mártires de Carral, en el cruce de carreteras de esa villa, levantado en 1904, enorme, muy alto y muy sólido (anotación al margen: aparcar al lado es imposible, hay que dejar el coche donde se pueda e ir andando).

cristóbal ramírez

De ese mismo cruce parte una carretera ancha, con curvas y ascendente que lleva al cementerio. Ese es el recorrido que hizo el coronel Solís a pie —rechazó una caballería— custodiado por soldados. Un centenar de metros antes del destino se alza un esbelto cruceiro en un entorno muy grato. Por cierto, ahí está el yacimiento arqueológico romano de Paleo, pero el profano no lo va a distinguir puesto que no hay nada excavado ni señalizado.

Iglesia de Paleo
Iglesia de Paleo CRISTÓBAL RAMÍREZ

Y luego el visitante llega a la iglesia como llegó aquel coronel de 31 años. Fue su último viaje antes de recibir las balas del pelotón (él mismo dio la orden de fuego). El templo está puesto bajo la advocación de Santo Estevo, una típica obra del siglo XVIII rural. Su fachada presume de sencillez, rematando en una espadaña que soporta un campanario doble y que casi es lo único que muestra ornamentación.

Pero ¿y las tumbas? La tradición popular dice que los fusilados moran para siempre bajo el empedrado que rodea el cruceiro, pero lo cierto es que yendo a la parte atrás de la iglesia aparecen en tierra, bien separadas, dos tumbas y una pequeña placa que reza «Sepulturas dos Mártires de Carral». Un lugar al que hay que ir porque bajo esa tierra está una de las raíces de la historia de Galicia.