Jardiland: las plantas naturales echan raíces en los hogares de la comarca

L. G.

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La pandemia cambió los hábitos de muchas personas, que ya no conciben sus casas sin flores o huertos

16 abr 2024 . Actualizado a las 11:02 h.

Igual que muchos ponen a punto el cuerpo con la mal llamada operación bikini cuando llega el buen tiempo, otros aprovechan para darle un cambio de aire a sus hogares, dejándolos también más lustrosos y, sobre todo, veraniegos. Los complementos de exterior se han convertido en piezas fundamentales de muchas viviendas, bien sean estos inmuebles grandes casas con jardín o pequeños apartamentos con balcón. La pandemia parece haberle dado la vuelta a muchos de los hábitos que teníamos incorporados y, ahora, estar en casa con la familia y los amigos se ha convertido en un plan ideal. Eso sí, mientras nuestro hogar luzca sus mejores galas.

De buena apariencia en las zonas al aire libre sabe mucho Antonio Cabezas. El director de Jardiland revela que, efectivamente, de un tiempo a esta parte cada vez son más los ciudadanos que se apuntan a mejorar la estética de sus viviendas, apostando en firme para ello por el mundo vegetal.

Un error común

«Cada vez menos gente concibe sus casas sin tener plantas naturales, tanto fuera como dentro. Aunque todavía son muchos los que se siguen confundiendo con un error común: hay una creencia extendida de que las plantas necesitan muchos cuidados, y por eso la gente se pasa y mata a las plantas, acaban ahogándolas», dice.

Con todo, este experto señala que esto no mina la moral, al menos de forma generalizada, a la población. «Más allá de las plantas, con las que se ha notado un repunte, se ha desatado el interés por las huertas y los huertos urbanos». Además, Cabezas reconoce que esta es una muy buena época para iniciarse con las fresas, que pueden resistir en el balcón, o incluso unos tomates.

Aunque pueda parecer contradictorio que las viviendas sean cada vez más pequeñas y crezca el interés por las plantas de exterior, este especialista recuerda que en Galicia quien más quien menos tiene una casa familiar en una aldea: «A lo mejor la gente no cuenta con espacio para lanzarse a la horticultura en su casa, pero hay alternativas para los que tienen esta inquietud».

«Ahora en Galicia también se dan plantas tropicales y mediterráneas»

La meteorología cada vez más variable influye notablemente en el mundo vegetal. Y así, muchas variedades que antes era imposible encontrar en la esquina noroeste peninsular ahora tienen un hueco en Galicia, al igual que las temporadas en las que antes solían darse ciertos vegetales, que ahora se han vuelto más difusos.

«Son muchas las plantas que han alargado su ciclo vital, que por ejemplo ya se dan de mayo a septiembre e incluso están bien en noviembre. En contraposición, árboles como el olivo, que requieren frío ya no lo encuentran, y el cambio climático les pasa factura». Después, indica Antonio Cabezas, director de Jardiland, el gigante de la jardinería de Oleiros, «hay muchos árboles frutales que florecen en febrero porque hay buena temperatura y, llega un marzo frío y no saben qué hacer».

Más vida en el exterior

Este vaivén en el tiempo hace que muchas veces podamos disfrutar del jardín en épocas en las que antes sería impensable. Por eso, cuenta Cabezas, cada vez más gente opta por adquirir mobiliario de exterior durante todo el año y, apunta una curiosidad: «En Galicia arrasan las mesas grandes, seguimos haciendo grandes comilonas».