Rodrigo Franink, de Devoto Burger: «El aval nos permitió impulsar el negocio, vamos a vender el modelo en franquicias»

La Voz

A CORUÑA

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EDUARDO PEREZ

Las sociedades de garantía recíproca son todavía «las grandes desconocidas» entre los autónomos y pymes que buscan crédito para emprender

09 mar 2024 . Actualizado a las 20:30 h.

Contar con una buena idea y disponer de medios y financiación para llevarla a cabo son las condiciones indispensables que necesita un emprendedor. Cuando disponen de este primer elemento, el qué, es el acceso al crédito lo que más puede frenarlos. Fue el caso de Rodrigo Franink. Después de la pandemia, en el 2022, se decidió a abrir lo que se conoce como una cocina fantasma o dark kitchen. Él y su equipo preparaban platos que entregan a domicilio. No había un restaurante al que acudir y sentarse a comer.

Para dar ese salto tuvieron que ir a una entidad financiera. «Los inicios de un negocio son muy complejos. Los bancos, al no tener cierres contables o una trayectoria empresarial, suelen pedir como mínimo un año de vida de la actividad para analizar riesgo, es difícil que te financien un proyecto», admite Rodrigo.

Fue a través de la propia entidad donde los pusieron en la pista de la Afigal, una sociedad de garantía recíproca (SGR) implantada tanto en la provincia de A Coruña como en Lugo. «Fuera del ámbito bancario o de la Administración, lo cierto es que somos todavía las grandes desconocidas», reconoce Jacobo Ortiz, director comercial de Afigal.

El mecanismo de una SGR es que esta actúa como aval ante la entidad financiera. A cambio, la empresa se convierte en su socio durante el tiempo que dure el crédito, como si fuera un depósito, y paga una comisión de aval anual. «A nosotros nos supuso poder impulsar el negocio de manera más rápida y tener un respaldo económico para dar los primeros pasos», reconoce Rodrigo Franink.

En enero del 2023 abrieron su primer local, la primera hamburguesería Devoto, en la calle de la Estrella. «El público nos conocía, teníamos el nicho por la cocina fantasma», dice. En agosto del año pasado abrieron un segundo establecimiento en Santiago y, a finales de año, su tercer hamburguesería, esta, también en A Coruña, en la avenida de Arteixo. «Sin tener a Afigal como avalista sería todo más lento y complejo», dice Rodrigo, uno de los cuatro cofundadores del grupo que ya programa vender su modelo de negocio a través de franquicias.

Una experiencia similar vivieron José Poncela y Dani Sabín, los dos emprendedores detrás de los centros Origym, de entrenamientos funcionales de fuerza, que hay en Monte Alto.

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EDUARDO PEREZ

«La verdad es que nos informaron de que existía la posibilidad de hablar con Afigal en el propio banco. Necesitábamos ayuda para poder abrir el segundo centro, que es mucho más amplio», cuenta Jose Poncela. «Para autónomos y pequeñas empresas es una ayuda importante porque, si tienes un proyecto viable, te brindan la oportunidad de un respaldo. Después, tienes una serie de requisitos, pero es una opción a tener en cuenta», añade Poncela. Como en ellos, un total de 9.531 proyectos a nivel provincial componen Afigal.

Durante el 2023 esta sociedad de garantía recíproca ha colaborado con 570 proyectos de pymes y autónomos de la provincia, un 33 % de emprendedores, y formalizaron avales por valor de 49,6 millones de euros.

«Somos una sociedad de carácter mutualista. Hacemos avales para autónomos y pymes siempre gallegas, o con inversión en Galicia y que ejerzan aquí su actividad principal, de hasta 250 trabajadores. Avalamos para que consigan la financiación.

Tenemos una línea con la Administración y otra específica para proveedores», detalla Jacobo Ortiz sobre Afigal, que también tienen convenios con instituciones como el Igape, de la Xunta, y que se creó hace 40 años.

Los sectores que más demandan financiación a través de ellos en la provincia de A Coruña son los servicios (43 %), el comercio (24 %), la industria (17 %), la construcción (10%) y, por último, el sector primario (6 %).