Ricardo González: «En un día me robaron 420 euros de la pensión que cobro»

Ricardo González, coruñés de 29 años, vive de una pensión debido a una discapacidad física, y esta semana ha caído presa de una de las múltiples estafas piramidales que están proliferando en los últimos tiempos en las redes sociales. Su caso es paradigmático. Contactaron con él desde la aplicación Telegram para hacerle una oferta que, en principio, parecía irresistible. «Me ofrecían 2,50 euros por tarea realizada», explica este joven, que ha querido que su experiencia sirva de ejemplo, y de aviso, para que otras personas no caigan en la misma trampa que él. «Mi trabajo consistía en realizar 18 tareas diferentes. Dar like a un vídeo, publicar contenido... nada complicado», expone. Pero la alegría duró poco. «La situación se complicó con las últimas 4 tareas que me encomendaron, que no fueron explicadas con claridad», prosigue narrando la pesadilla que vivió esta semana. «De haberlo sabido, no habría aceptado», confiesa.

«Estas tareas de las que se me informó con posteridad requerían realizar inversiones en diferentes tramos, pudiendo recuperar la cantidad invertida si se completaban todos ellos», añade. La omisión de esta información que el propio González considera «crucial» propició que perdiese todo su dinero. «Al final, si no completabas todas las inversiones solicitadas se perdería cualquier cantidad previamente depositada», mantiene.

Y eso fue lo que le pasó a este vecino de Novo Mesoiro. «La primera vez recuperé la cantidad que invertí. Pero después me fueron pidiendo que ingresara más y más dinero para poder recuperar lo invertido inicialmente», manifiesta, confesando que tuvo que recurrir a un amigo para que le prestase dinero. «Llegué a un punto en el que no tenía liquidez. Entonces llamé a un amigo, y fue él quien me convenció para que fuera a la Policía, estaba seguro de que había algo raro en el asunto», indica, agradecido por su apoyo, que lo ayudó a recuperar la cordura.

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No obstante, González se mostró reacio a denunciar en primera instancia, ya que se fió de sus estafadores, hasta que el montante de lo timado superó los 400 euros y se dio de bruces con la realidad. «Perdí 420 euros en un solo día. Ese dinero no lo voy a recuperar», se lamenta. «Esa fue la cantidad que ingresé en dos tramos. Pero para devolvérmelos me exigieron que depositara otros 550 euros adicionales, una demanda que superaba mi capacidad financiera», declara González, que sostiene que lo peor de esta situación es sentirse engañado.

«Más allá de la pérdida económica, que ha sido un duro golpe, lo que pretendo con mi testimonio es poner sobre aviso a la gente para que nadie más tenga que pasar por esto», concluye, haciendo un llamamiento a la prevención ciudadana y a una mayor vigilancia de los cuerpos de seguridad del Estado. «La Policía me ha asegurado que hay muchas organizaciones semejantes utilizando estrategias similares para estafar a gente en situación vulnerable», se lamenta, apelando a una mayor seguridad.

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