Julio Casal: «La Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias goza de buena salud y muchas actividades»

La Voz A CORUÑA

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Julio Casal
Julio Casal EDUARDO PEREZ

Anima a los coruñeses a formar parte de un colectivo que cuenta con más de seiscientos socios el año que celebra su 30.º aniversario

22 nov 2023 . Actualizado a las 20:39 h.

Hace tres décadas que la Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias empezó a dar tímidos pasos hasta convertirse en el colectivo sólido con más de seiscientos socios que es a día de hoy. Su presidente, Julio Casal (A Coruña, 1958), pasó este miércoles por el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz para hacer balance del camino recorrido hasta este aniversario. 

—¿Qué hacía Julio Casal hace 30 años en esos primeros pasos de la asociación?

—Hacer un flashback de hace treinta años es muy difícil, pero lo que sé seguro es que ya me interesaba la ciencia y que tenía interés por divulgarla. Eso seguro. 

—¿En qué estado de salud se encuentra la asociación?

—Creo que se encuentra en un estado de salud francamente bueno. Empezamos siendo una simple asociación de amigos de la Casa de las Ciencias, que por aquel entonces era el único museo de ciencia que había en la ciudad y el único que había en España que contase con apoyo de un ente público. En estos años hemos ido acogiendo a la Domus, el Aquarium Finisterrae y finalmente al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt). Estamos bien, con muchas ganas de seguir trabajando y haciendo cosas, tanto en nuestra labor de apoyo a los museos como en la de ofertar actividades para nuestros asociados.  

—Quizá esa parte es la más desconocida.

—Muchas veces me han preguntado si la asociación es algo cerrado solo para la gente de los museos, pero nada más lejos de la realidad y de nuestras intenciones. Todo el mundo puede asociarse. De hecho, están entrando últimamente bastantes parejas jóvenes con hijos porque una de las ventajas que tiene asociarse es que se puede entrar en los museos todas las veces que se quiera a lo largo de año con tu familia e incluso asistir al planetario y a las proyecciones que haya en la sala Leonardo. Además, organizamos talleres, excursiones, paseos por el bosque, búsqueda de setas… Gozamos de muy buena salud y de muchísima actividad. 

—¿Qué necesidades tienen?

—Lo suyo es que la gente que en cada época tiene la responsabilidad de empujar las asociaciones, como me toca a mí y a la junta ahora, vaya cambiando. Que entre gente joven que pueda coger el testigo. Eso es quizá lo único que me puede preocupar de cara al futuro. En estos momentos es posible, pero tendría que seguir siéndolo.  

—Además de socios, hace falta implicación.

—Tiene que haber gente comprometida que haga gala de su generosidad dedicando a veces su escasísimo tiempo libre para empujar a la asociación. Afortunadamente siempre ha existido este tipo de personas dentro, yo no soy la excepción. Cualquiera de las nueve personas que están en la junta directiva podría ponerse al frente sin problema.  

—¿En qué condiciones está la Casa de las Ciencias?

—Razonablemente bien. Esta es la otra labor que tenemos, la de hacer un poco de Pepitos Grillo para que no se descuide el mantenimiento. La Casa de las Ciencias está de enhorabuena ahora con el estreno del planetario, que está en pruebas. 

—¿Qué tal resultó el concierto de la Orquesta Sinfónica de Galicia?

Intentamos aprovechar los treinta años para poner en valor a dos de las grandes instituciones culturales que tenemos en la ciudad, el grupo de los museos científicos, por un lado, y el Palacio de la Ópera y la OSG, por el otro. Funcionó muy bien. Hicimos una conferencia de divulgación en la Domus sobre ciencia y música y otra en el Palacio de la Ópera. El broche fue el concierto de la OSG, que es la mejor de España. Tiene una calidad altísima, excepcional y está haciendo una labor gigantesca en la ciudad. No solo por los conciertos que nos están regalando, sino también por la enorme cantidad de músicos jóvenes que están generando.