Lastres de la hostelería local

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

MIGUEL MIRAMONTES

Sobran ejemplos de buenas prácticas y empresarios excelentes. Pero, por desgracia, todavía nos encontramos con casos que nos devuelven al Pleistoceno

02 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Sábado, una menos cuarto del mediodía. La ciudad, atiborrada de coruñeses y turistas que se mezclan en los muelles para ver la regata de grandes veleros y que se atascan y apenas avanzan por las calles del centro, rebosantes de vida y actividad.

Por una de esas calles se abre paso un nutrido grupo de navegantes, todas chicas y, a juzgar por el idioma indescifrable, procedentes de uno de los barcos polacos de la Tall Ships Races.

Entran en un conocido local del corazón de la ciudad de cuyo nombre no quiero acordarme y preguntan en un inglés más que correcto si pueden tomar algo. «Cerramos dentro de 15 minutos», fue la seca respuesta que recibieron. Parecían comprender, pero, un poco desconcertadas por la contestación, decidieron insistir... Y se encontraron entonces con un abrupto pliegue del espacio-tiempo: «Cerramos en 10 minutos». Asombroso: en 30 segundos se habían evaporado 5 minutos, tras una categórica reformulación de la teoría de la relatividad.

Las navegantes polacas captaron la negativa, pero volvieron a recurrir al inglés para preguntar si podían pedir algo y llevárselo para consumir fuera. Este planteamiento se quedó sin respuesta, sencillamente porque nadie las entendió, así que dieron media vuelta y abandonaron el local.

Sobran en Coruña ejemplos de buena hostelería y comerciantes excelentes. Pero, por desgracia, todavía nos encontramos con casos como este, que nos devuelven al Pleistoceno. Mientras muchos restauradores se esfuerzan día tras día por dar un servicio de calidad para atraer clientes y hacerse un hueco en el competitivo mundo de la hostelería, estas chicas polacas terminaron en una franquicia que, será lo que ustedes quieran, pero estaba abierta y las atendió con amabilidad.