María del Carmen y Antonio resultaron agraciados en la campaña navideña del Centro Comercial Aberto de Carballo. Subidos a un espectacular Cadillac Deville, agotaron este domingo por la mañana su galardón
29 ene 2024 . Actualizado a las 21:04 h.Puede parecer empresa fácil, pero el rostro de María del Carmen Aldao Cuervo y el de Antonio Becerra Castro estaba este domingo mucho más relajado después de haber dado uso de sus galardones. De haberlo conseguido, porque en verdad no las tenían todas consigo. Ellos fueron los dos afortunados con 1.000 euros cada uno para gastar en tan solo una hora («impón, si»), premios correspondientes a la campaña navideña del Centro Comercial Aberto de Carballo (CCA). La entidad, «como experiencia engadida», puso a su disposición, para moverse entre los establecimientos, un espectacular Cadillac Deville, del 58 —de Texas, por cierto—, que a no pocos llamó la atención.
María del Carmen, de Bértoa, fue la primera en subirse a él, con puntualidad británica, a las 11.00 horas. Hiló fino, porque aun siendo jornada de feria hasta le dio para internarse en el barrio de A Milagrosa. Confesaba antes de sentarse en el vehículo que cuando la llamaron del CCA no se lo creía: había depositado dos de las aproximadamente 50.000 paletas. ¡Qué cosas tiene la suerte!
Una secadora, unas gafas, unos tenis y unos botines, una parka y unas alfombras «para trote» fueron sus adquisiciones, redondeadas con un tupperware. Las hizo en Ekaté, A Fragua, Óptica Enríquez, Zocas, Todo Lar y Comercial Queijo. Cumplió a la perfección con las bases: un mínimo de cinco negocios asociados al CCA y no más de 500 euros en ninguno. Tan bien aprovechó el tiempo que hasta le sobraron siete minutos: a las 11.53, y en una jornada de fin de enero sin mucho tráfico pese al mercado, el Cadillac volvía a la rúa Colón para recoger allí a Antonio, que llegó portando unos dulces para las pequeñas cuyas manos inocentes extrajeron su papeleta: había depositado 8.
El segundo afortunado fue todavía más ligero, pues de su hora le sobraron 17 o 18 minutos: de no haber sido capaces de consumir los mil euros, el dinero no empleado perdería vigencia. En Calzados Susa, Dequip, Calvelo, Teirón y Croa do Castro se aprovisionó Antonio de ropa, regalos, calzado y calcetines de deporte, zapatillas de casa y hasta alimentación, café, cacao y aceite con los que llegó a su tope. Aunque en alguna ocasión Antonio había tenido suerte en sorteos más pequeños, no a este nivel. Maricarmen Freire, gerente del CCA, acompañó en todo momento a los afortunados, ambos habituales consumidores en el comercio local. Porque como dice un viejo toldo de la calle Rosalía de Castro, «mejor y más cerca». Y por encima con premio, porque junto a estos dos de mil euros hubo un sueldo de 300 euros durante todo un año: se lo llevó Natalia Ruiz Díaz Peralta.