Unión y hermandad en el festival Otros Horizontes de Delémont

Alejandra Plaza ZÚRICH

CARBALLO

ALEJANDRA PLAZA

Concluyen con éxito en la ciudad suiza las jornadas dedicadas a Galicia y la  emigración

22 abr 2024 . Actualizado a las 23:55 h.

El embrujo de la cultura gallega inundó la ciudad de Delémont en una velada memorable, donde la música, la danza y el espíritu comunitario se fusionaron en el marco del festival cinematográfico Otros Horizontes.

Organizado por el grupo Galiza Celta, con raíces en la Costa da Morte, este festival de folclore gallego se convirtió en un emotivo encuentro de hermandad que trascendió fronteras. En el escenario principal, grupos como A Roda de Lausanne y y el grupo A Nosa Galiza de Xenebra deleitaron al público con su talento y pasión por las tradiciones gallegas.

Los sonidos de las gaitas, las panderetas, los tambores, los bombos y las conchas resonaron en el aire, transportando a los espectadores a las tierras mágicas de Galicia. Pero más allá de las actuaciones, lo que realmente marcó la diferencia en esta noche fue el sentido de unión y camaradería que se respiraba en el ambiente. Gallegos y amigos de Galicia se unieron para celebrar su cultura compartida, creando lazos y tejiendo redes que superan cualquier distancia geográfica.

Entre los distinguidos invitados que honraron con su presencia este evento se encontraban el vicepresidente de la Deputación da Coruña, Xosé Regueira; la diputada de Igualdade, Lingua e Dereitos Civís, Soledad Agra: la actriz Isabel Blanco, así como los escritores Xosé Henrique Costas y Antonio Andrade. Su presencia no solo resaltó la importancia del festival, sino que también subrayó el valor de la cultura gallega en el ámbito internacional. 

ALEJANDRA PLAZA

La emoción y el sentimiento afloraron en cada momento de la velada, recordándonos la profunda conexión que existe entre la diáspora gallega y su tierra natal. Desde los primeros acordes de la música hasta los aplausos finales, el festival de folclore gallego en Delémont fue mucho más que un evento cultural: fue un testimonio vibrante de la identidad gallega y su capacidad para unir a las personas en un abrazo fraterno.

ALEJANDRA PLAZA

En un mundo globalizado donde las distancias parecen crecer, aunque nos encontremos a tiro de piedra,  eventos como este nos recuerdan la importancia de mantener vivas nuestras tradiciones y de celebrar la diversidad que enriquece nuestras vidas. El festival  en Delémont fue, sin lugar a dudas, un capítulo inolvidable en la historia de la ciudad de Delémont y de la cultura gallega fuera de sus fronteras, donde la música, la danza y la amistad se entrelazaron para crear una experiencia única y emocionante.