La cantante Laura Añón hace realidad su otro sueño y ultima la apertura de una tienda de moda en Carballo

A la carballesa Laura Añón Pena (Entrecruces, 40 años) solo hay que verla subida a un escenario para comprobar que es una mujer todoterreno. Ahora bien, si uno conoce su trayectoria profesional, lo verificará aun más. La cantante superó los veinte años ligada al mundo de las orquestas desde que con solo 17 comenzó su carrera artística en la Trébol. Pasó por varias formaciones gallegas bien conocidas como la Capitol, la Ismael y la Charleston Big Band, y mismo llegó a ser la encargada de volver a poner a funcionar la Finisterre después de dieciséis años parada. En esa época se sacó el carné de busera para llevar a los integrantes a las actuaciones. Un permiso que, curiosamente, tras la llegada de la pandemia, le posibilitó trabajar para la compañía de transporte local Queijeiro, de Sofán, el tiempo que duraron las restricciones. Con el covid cobraron fuerza las sesiones vermú y los tardeos y Laura pasó a ser autónoma y ahora actúa en numerosas fiestas y locales junto a otros artistas. Mismo tiene varios sencillos. Y en los últimos años, también viene siendo habitual en varios programas de la Televisión de Galicia. Sobre todo, en la sección Recantos, del Luar, en la que participa como jurado.

Pues ahora, suma una faceta más, ya que compaginará estos trabajos con el de dirigir una tienda de moda, su otra pasión, confiesa. Además, lo hará en su tierra: «Evidentemente», dice. El nombre de la misma, como no podía ser de otro modo, tiene un guiño al mundo de la música: A saia da Carolina. Así se llama el establecimiento que se dedicará a la venta de ropa, «algo de calzado» y complementos para mujer, en la Rúa Igrexa, número 28 (al lado del San Martiño). Será una apuesta por las prendas juveniles, eso sí, sin olvidarse de las tallas grandes, remarca. «Teremos roupa casual, pero moi divertida, e tamén vestidos para eventos», señaló ayer. Era un proyecto al que llevaba ya tiempo dándole vueltas, y ahora se dieron las circunstancias: «Era agora ou nunca», explica. Trabajará con ella su hermana.

El domingo será la inauguración a puerta cerrada, y ya el martes (los lunes cerrará para recuperarse de los espectáculos del fin de semana) abrirá al público en horario comercial de mañanas y tardes, aunque los domingos de feria también recibirá a la clientela. Es un espacio amplio, avanza, y «moi noso, galego, enxebre». Algún detalle, como la figura de un hórreo en el interior, ya lo ha desvelado. Lo de ella, desde luego, no es estar «tranquila», reconoce entre risas.

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