Miles de entroideiros, una legión, acudieron desde toda Galicia a esta cita con la irreverencia: ¡revisa este álbum de fotos con más de 250 imágenes!
18 feb 2024 . Actualizado a las 01:23 h.Disfrazado de virgen y en medio de un grupo que, a tenor de los hábitos, podría tildarse de belén, el malpicán Ismael Esmorís confesaba este sábado con honestidad que el significado de la Mikaela, a su juicio, no es otro que el de «entreterse e pasalo ben»: «Festa».
Nada tenía que ver su atuendo con el hecho de que esta cita entroideira de Buño sea casi una religión-veneración para miles y miles de devotos. De hecho, respondía él con sorna: «Moi relixiosos aquí non somos, pero había que vir iluminados dalgunha maneira». Nunca se la ha perdido, dice.
Rubia, de ojos azules, labios rojos y con un minúsculo y chillón atuendo, el grande y exuberante meco de este año encabezó a toda una multicolor legión por el centro de Buño, ella y su bus, del que iban manando toda clase de planteamientos musicales. Antes muerta que sencilla cuadró en el cruce de Xornes, muy acorde con la situación. A Buño llegaron este sábado buses desde todas las provincias de Galicia, y en ellos festeiros primerizos, como Sharon Gómez y su grupo, una docena de vaqueros que, con alguna excepción, se movían entre los 25 y los 32 años. «¿Vas a poner que somos de Oza dos Ríos? Porque así ya saben que somos nosotros», reía. Puesto queda.
Supieron de la Mikaela «por gente de los alrededores» y así acabaron llegando a un Buño que no conocían —habrán de volver por su olería—, pero que desde luego este 17 de febrero nada tenía que ver con el del resto del año. Eran las cuatro y media de la tarde y ya entendían lo que les habían contado de la cita, porque semejaba que se lo estaban pasando en grande. También por vez primera, desde A Coruña, llegaba Nacho Garrido: «Lo propuso uno y aquí estamos». Eligieron la temática marina para camuflarse entre el multitudinario hormiguero de disfraces, y él pasó por marinero: «Acabamos de llegar, pero estamos muy bien. E irá a mejor, seguramente». Como Sharon, se subió a uno de los buses habilitados, «la forma más cómoda» y desde luego la mas segura para viajar, porque la Mikaela es harto espirituosa.
La alta demanda llevó a la organización, Amijos da Mikaela, a alargar la venta en línea de entradas tirando de las reservadas para puerta, que también hubo. Era una de las novedades de este año, el acceso mediante tique, por la noche, a un recinto cerrado, dotado de seguridad privada y en aras de una fiesta tranquila, entiéndase la palabra.
«Historia»
Liderar la organización de una fiesta como esta tiene su aquel, pero la acogida de las nuevas medidas quedó clara. «Mañá facemos historia. Grazas a todos polo amor e a ilusión que segue espertando a Mikaela. Sodes o máximo. A organización agradécevos a vosa fidelidade. Grazas a todos os que fixeron posible esta festa», publicó la asociación en redes unas horas antes de que acabase el viernes. Jornada de reflexión aparte, con unas elecciones este domingo presentes por los carteles colgados, a Buño peregrinaron este sábado personajes entroideiros de todo tipo. Partybus, DJ o macrodiscoteca Chocolate fueron caldeando el ambiente antes de la particular misa previa a la quema, oficios que acabarían pasando de las ocho a las nueve y media. Todavía quedaría la noche y sus dos escenarios.
Si hace un par de años se helaban los tétanos, este 2024 tocó día de sol y calor, al menos hasta bien entrada la tarde. Agradecían algunos las mejoras en la organización, con espacios de disfrute más diáfanos y un empeño especial en la recogida de residuos: «Pasádeo ben e con cabeza!», llamó el Concello desde las redes. La Mikaela es veneración, así que como dijo el cura Lito en la misa, con el padre Roy, «¡a orar!». Encabeza esta información un álbum con más de 250 imágenes.