Francisco Omil: «Hay depuradoras que son auténticas factorías que generan nuevos recursos»

María Meizoso CARBALLO / LA VOZ

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OMIL

El profesor Omil está al mando de una formación que ha recibido la Mención de excelencia de la Xunta

17 may 2021 . Actualizado a las 18:49 h.

Con más de 15 años a sus espaldas y diversos reconocimientos, el Máster en Ingeniería Ambiental -que imparte la Universidade de Santiago de Compostela (USC)- se mantiene como una de la grandes referencias formativas en este ámbito. El catedrático Francisco Omil, también miembro del Centro Interdisciplinar de Investigación en Tecnologías Ambientales (CRETUS), se encarga de su coordinación.

-La del próximo curso, el 2021-2022, será la edición número 17. ¿Qué deberes se han puesto?

-Pues eso es algo muy importante porque si no nos pusiéramos deberes de forma sistemática algo estaría fallando. Cuando hablamos de una titulación, y aún más en el caso de un máster, siempre hay que estar en la vanguardia. Tenemos que mirar un poco alrededor, ver lo que se ha hecho, qué funciona y detectar lo que no porque también somos humanos. La misión fundamental del máster es dar una formación sólida a los profesionales que se matriculan. Y, una de nuestras características es que es muy interdisciplinar, por lo tanto damos cabida a personas con diferentes currículos. De entrada, básicamente, a personas que hayan estudiado carreras de ciencias o que vengan del mundo de la ingeniería. Además, intervienen profesores de un total de 10 departamentos diferentes y eso no es muy común, es una de nuestra singularidades. El objetivo es ser capaces de contribuir a paliar los daños ambientales que produce la actividad humana tanto en procesos industriales como en diferentes quehaceres.

-Más de una década en marcha. ¿Muchos cambios a los que adaptarse?

-Hemos tenido que hacerlo, pero la USC siempre ha destacado por ser una potencia en las ciencias y tecnologías ambientales. Hay profesores pioneros que pusieron en marcha muchas actividades como Manuel Bao, Juan Lema, Alejo Carballeira o Felipe Macías. En concreto, este máster cristalizó con el inicio del Plan Bolonia. Desde entonces conjugamos toda la experiencia que se ha ido reuniendo de grupos de investigación muy potentes en el ámbito nacional e internacional. Pero obviamente, a lo largo de este tiempo, han cambiado muchas cosas.

-¿Como cuáles?

-En aguas, donde realmente tenemos mucho trabajo y somos muy fuertes. Afortunadamente, la situación en Galicia no tiene nada que ver con la de hace unas décadas. Hoy en día ya disponemos de instalaciones de depuración de primer nivel. Por cierto, esta transformación que celebramos muchas veces no se corresponde con la percepción que tiene el público general que sigue pensando que una depuradora es algo no favorable. Y frente a eso lo que hay que dar es formación. También promover las visitas. Esto es muy importante. No hay nada como ir a ver las nuevas instalaciones de depuración de Lugo, Ourense o A Coruña para ver esos nuevos procesos que son auténticas factorías en donde no solo se depura agua, sino que se generan nuevos recursos. Ya estamos hablando de factorías donde el reciclaje es muy importante.

«Hay alumnos que no saben dónde se gestionan los residuos que generan en casa» 

«Aquí vienen alumnos que ya han hecho sus grados», apunta Omil. Y por ello, «cuentan con un nivel de formación importante». Más allá de los contenidos que se imparten en cada una de las materias, el coordinador del Máster de Ingeniería Ambiental, cree que la percepción con la que llegan los que se matriculan «es la que ven en su entorno, en sus familias y amigos. Y esa es una de las cosas en las que nosotros trabajamos, en enseñarles la realidad» porque, en algunas ocasiones, «se aprenden cosas, pero no se llega a identificar con realidades próximas». La que Omil coordina, subraya, «es una de las titulaciones que más visitas de campo ofrece».

-¿En qué se traduce esta apuesta práctica?

-Los llevamos, vamos con ellos a ver instalaciones industriales, de depuración, experiencias de recuperación de minas como la de Touro, de humedales, hacemos muestreos... Y constantemente hablamos de nuestro entorno, del tejido empresarial que tenemos porque, a veces, hay cosas tan simples como que no saben dónde se gestionan los residuos que generan en casa. Y eso llama la atención. No solo tienen que visualizarlo, también tienen que identificarlo en su entorno para conocer cómo se gestiona. Desde las aguas residuales a los residuos sólidos urbanos. Hace falta llegar más a la sociedad.