La cuarta aventura de Tonhito de Poi en el Amazonas: «Estiven nove días illado nunha cabana purificándome»

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

cedida

El ribeirense estuvo un mes en la selva, compartiendo rituales y experiencias con las tribus locales

03 abr 2024 . Actualizado a las 20:15 h.

Viajar es una de las grandes pasiones de Tonhito de Poi, tanto que cuando tenía 21 años ya había dado la vuelta al mundo. Pero de entre todos los destinos posibles, el cantante de Ribeira se queda con el Amazonas. El motivo es que allí ha encontrado la única selva virgen que se conserva en el mundo. De hecho, recientemente puso rumbo a este paraje por cuarta vez, para pasar todo un mes conviviendo con tribus locales, sumergido en sus costumbres y en su cultura. Como en las tres ocasiones anteriores, volvió a casa con la mochila repleta de experiencias cuya suma arroja un balance altamente positivo.

Fue en 1989 cuando el barbanzano viajó por vez primera al Amazonas: «Quedei fascinado». Compartiendo aventuras con nativos, descubrió que «na selva está a esencia do ser humano», y por eso quiso regresar. Dice que la última estancia le sirvió para corroborar la importancia que tiene la naturaleza, a la que las tribus del lugar le sacan provecho a través de antiguos rituales que todavía perviven: «Gustome penetrar na selva, identificar as plantas, recollelas e cociñalas».

Tonhito de Poi hizo base en la casa de un gallego que lleva tres lustros viviendo en las inmediaciones del río Madre de Dios. Desde allí, se fue moviendo por diferentes comunidades locales y encadenando experiencias: «Estiven nove días illado nunha cabana purificándome, alimentándome a base dunha infusión feita coa cortiza da árbore máis resistente que existe na selva».

Luego se enfrascó en la que fue su aventura crucial en este viaje, para dejarse guiar por Apolo, un nativo que lleva desde 1979 explorando las zonas vírgenes de la Amazonia: «Fun aprender a orientarme, pero é moi complicado, porque a selva é como cando estás no mar aberto e careces de referencias da costa». Se adentró así por parajes en los que el camino se hacía a golpe de machete: «Eu camiñaba 50 metros e xa non era quen de regresar, pero eles memorizan todo e son capaces de volver pola mesma senda despois de andar durante semanas. Din que é preciso baleirar a mente e centrase só na paisaxe».

Algunos contratiempos

Durante su estancia en la selva, el cantante de Ribeira tuvo algún que otro susto: «Unha noite apareceu unha boa pequena ao lado de onde eu durmía». Reconoce que llegó a sentir miedo: «Estiven nunha zona na que hai unha serpe que é moi territorial, que se camufla ben e que ataca directamente. Algún amago sufrín». Y pasó días de angustia, cuando fue atacado por los mosquitos: «Pican tanto que pensas que vas morrer».

De su primera aventura en el Amazonas surgió el disco O soro da verdade. El segundo viaje culminó con el lanzamiento de Non hai onde esconderse. Del tercero salió In-dios. Y la cuarta estancia en la selva también se materializará en un álbum: «Ao longo da viaxe foron xurdindo ideas e agora quédame convertelas en cancións».

Dice que se tomará su tiempo para la publicación de ese trabajo en solitario, aprovechando el parón de su banda, Heredeiros da Crus, que este verano no hará gira para meterse de lleno en la grabación de un nuevo disco: «Agora estamos no proceso de composición. A idea é regresar aos escenarios no verán do 2025 para presentar ese novo albume».

El ribeirense reconoce que son los trabajos en solitario los que le permiten arriesgar, interpretar la música que le apetece. En las próximas canciones aspira a sintetizar las emociones y vivencias de su última estancia en el Amazonas, un lugar al que ya sueña con volver: «Xa non queda no mundo outra paraxe como esta, por iso a min me gusta, porque quero gozar da natureza antes de que perda todo». De hecho, en este último viaje, Tonhito de Poi fue consciente de la destrucción que ha sufrido la zona desde su primera aventura: «Hai un tramo de unha hora de avión no que se viaxa por riba da selva e a primeira vez que eu fun era todo un manto verde inmenso. Agora está deforestado». Añade que la legalización de la minería es la principal causa: «Arrasan con todo».