Emilio Sanmamed: «Las adicciones están ahí. Urge hacer algo. Hay que pelear»

María Xosé Blanco Giráldez
M. X. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Llega a Renacer con ganas de hacerles saber a quienes lo necesitan «que no están solos»

14 abr 2024 . Actualizado a las 21:25 h.

Tras casi tres décadas capitaneando la asociación Renacer, María González ha decidido facilitar el relevo y el farmacéutico ribeirense Emilio Sanmamed, que lleva un tiempo colaborando estrechamente con la entidad, ha aceptado tomar las riendas. Todavía es presidente en funciones, a la espera de que culminen los trámites burocráticos, pero ya ejerce con ganas e ilusión.

—¿A qué se debe este salto a la presidencia?

—Es un conjunto de cosas: mi padre fue presidente de Renacer cuando yo era un niño y siempre me sentí muy orgulloso de él por ello, además el equipo que me rodea es sobresaliente, del primero al último, pero quería destacar a la farmacéutica Ana Rodríguez, que está en todo y siempre con una energía y una positividad envidiables. Miro a quien tengo al lado y digo: «Vamos a la guerra si hace falta». Además, con el tema de las adicciones me sentía como un dinosaurio ignorando el meteorito. Están ahí. Urge hacer algo. Hay que pelear.

—¿Impone relevar a una persona como María González?

—Por supuesto; el trabajo, la entrega y la dedicación de Marica es irreprochable. Sustituir a una persona insustituible siempre da vértigo. Sin ella no estaríamos aquí y no hubiera sido posible haber ayudado a tanta gente.

—¿Cuáles son sus grandes objetivos como presidente de Renacer?

—Nuestro sueño sería que no fuésemos necesarios, que en la batalla contra las adicciones hubiésemos ganado... Pero primero tendremos que ser más prosaicos; queremos llegar a los más jóvenes, decirles que los entendemos, que el mundo aprieta pero que las alternativas químicas son pan para hoy y hambre para mañana, que nada les va a ayudar más en la vida que mantener el cerebro íntegro y afilado. Queremos seguir ayudando a la sociedad barbanzana a ser un espacio armónico, sano, plural y también valiente. Valiente para mejorar, para proteger y para no apartar la mirada cuando un narcotraficante pasa a nuestro lado.

—¿Llega con ganas de cambios?

—LLego con ganas de honrar lo que ha hecho la directiva anterior y de usar la base que nos dejan para seguir construyendo: tener mayor alcance, mayor altavoz y mayor presencia; involucrar a los jóvenes, al Concello y al resto de asociaciones en la lucha contra las adicciones; hacer saber a quien lo precise que se puede cambiar, que no están solos.

—Renacer surgió cuando el huracán de la droga arreciaba con fuerza. ¿Cuál es ahora su papel?

—Nuestros pilares son: prevención, información y asesoramiento legal y psicológico. Para personas con dependencia, familias y todo aquel que nos necesite.

—¿Perciben un repunte en el consumo de drogas?

—Con el grupo que más tratamos, los adolescentes, notamos que hay una baja percepción del riesgo y una normalización del consumo. Rara vez enumeran el cannabis o el alcohol como una droga, tienen una industria detrás vendiéndoles que el vapeo es cool, a Netflix haciendo románticos a los camellos y un sistema sanitario que arregla una ingente cantidad de problemas con benzodiazepinas crónicas. El repunte del consumo de drogas es estructural, por eso es tan importante aprender a dominar nuestros circuitos de recompensa cerebrales y controlar los atracones de dopamina con los que nos bombardean las redes sociales. Más estabilidad y más metas frente a los impulsos y el cortoplacismo.

—¿Cuáles son las drogas más consumidas ahora?

—La heroína sigue siendo la más visible y la más estigmatizada. Pero no podemos olvidarnos del alcohol, de drogas sintéticas, ni de que algunos chavales utilizan los fármacos del botiquín de casa para hacer un uso inadecuado.

—¿Son ahora más peligrosas las adicciones sin sustancias?

—Es complicado saber si más, menos o tan. Las adicciones sin sustancias como las apuestas, la pornografía o que te den muchos likes en internet tienen un riesgo relacionado con la salud mental. Con las adicciones, el circuito neuronal de recompensa nos pide más y más placer hasta saturarse y volverse disfuncional. Si aprendemos a regular ese circuito con objetivos más enfocados al medio y largo plazo que al impulso instantáneo y a la corriente de dopamina, podríamos tener un control sobre adicciones sin sustancias y con sustancias.

«Cualquiera puede entrar por la puerta, nadie está libre de caer»

De un tiempo a esta parte, Renacer dedica buena parte de sus esfuerzos a los adolescentes. Emilio Sanmamed considera que la prevención debe comenzar en esa etapa, pues los peligros que acechan a este colectivo son muchos y muy accesibles.

—¿Cuál es el perfil de la gente que acude a la asociación?

—Es un perfil heterogéneo, pero el más frecuente es el de jóvenes, muchas veces llevados por sus familiares que no saben cómo manejarse con las adicciones o cómo guiar a una persona con un problema de dependencia. Desgraciadamente, cualquiera puede entrar por la puerta, nadie está libre de caer en una adicción.

—¿Cuál es el panorama en los institutos?

—Pues se subestiman mucho los peligros potenciales. Todos fuimos adolescentes y todos tuvimos en la cabeza el «nunca me va a pasar a mí», pero con el tiempo uno comprueba que le puede pasar cualquier cosa, especialmente si se compran boletos para ello. La gente mayor suele decirle a los más jóvenes que lo tienen todo y que todo es más fácil ahora, yo no lo veo así, creo que cada época tiene su cara y su cruz. Y a estos niños criados en la inmediatez, en el ya, en el ChatGPT no les dan tiempo a entender qué es la frustración. En mi época, los momentos aburridos nos servían para planificar, para crear... Ahora no hay momentos aburridos, solo otro vídeo más de TikTok que contemplar con una mueca vacía de consumidor compulsivo. Y eso no es culpa de ellos.

—¿Cuál es la clave de la prevención en los jóvenes?

—No existen recetas mágicas, cada caso es individual. Tengo la impresión de que el miedo o la represión no funcionan todo lo bien que se cree. La clave es la regulación emocional, trabajar la templanza. A partir de ahí, tener información clara y segura, darles medios para que puedan expresarse y desarrollar una vida, aprender de los fracasos, salir del circuito de recompensa, practicar artes marciales, hablar, escribir, crear, creer... Devolverles la sensación de que el mundo es suyo.

—¿Qué sueño le gustaría ver cumplido en esta etapa al frente de Renacer?

—Me gustaría saber que ayudé a alguien que está en la oscuridad a recordar que existe una luz.