Rubén Pérez, el boirense que graba vídeos para artistas como Kiko Rivera o Natos y Waor

La fiesta gusta a todas las edades. Ya sea cada fin de semana o de manera más dosificada, a todo el mundo le gusta salir de vez en cuando a mover el esqueleto. En esas danzas interminables en la que vienen y van las bebidas espirituosas y las buenas o no tan buenas decisiones trabaja Rubén Pérez. Este joven boirense de apenas 21 años no se dedica a servir copas o cantar, sino más bien a ser el ojo que todo lo ve dentro de los festivales y fiestas más importantes de Galicia.

Cargado con una enorme cámara y un objetivo aún más grande, el barbanzano trabaja como autónomo captando imágenes de jóvenes pasándoselo en grande. Además de ser un profesional en lo que a tomas e iluminación se refiere ,lo vierto es que su papel también es el de ser una especie de animador social: «Ao final son vídeos que serven para promocionarse en redes sociais e que a xente pense ‘uf, non me podo perder esta festa o ano que vén'». Para lograr encapsular los mejores instantes de citas musicales que duran varios días, el chaval llama a otro camarógrafo y a un fotógrafo más, aunque normalmente opera solo. Esa capacidad de hacer las cosas por sí mismo fue lo que le llevó, con tan solo 14 o 15 años, a lanzarse a grabar sus primeros videoclips.

Cuenta que la primera cámara que tuvo en la mano fue la de su hermano mayor y que al principio la utilizaba para sacarles fotos a sus amigos: «Xa sabes, o típico de subilas a Instagram». Recuerda que lo que le hizo darse cuenta de la magia que esconde el hecho de filmar algo fue una instantánea en la que había captado el momento exacto en el que una pelota de baloncesto se estrellaba contra el suelo después de un golpe de uno de sus amigos: «Aquilo de poder parar o tempo a gardar ese momento de estar todos xuntos alucinoume»

Autodidacta

Fue un compañero de clase suyo que le pidió que le grabase un videoclip el que prendió la mecha de unas ganas de aprender que a día de hoy siguen tan vivas como el primer día: «Aquela mesma tarde púxenme a mirar como se lle daba a gravar a aquela cámara como editar e todo iso».

Aunque en la actualidad ya vive de su trabajo como autónomo, el joven está compaginando su oficio con la realización de un ciclo superior de iluminación captación y tratamiento de la imagen: «Ás veces é complicado chegar a todo, sobre todo nas épocas de exames e nas festas que coinciden entre semana». Admite que el mejor momento del año para él es el verano, no solo porque no tiene clases, sino porque es la época en la que más festivales y fiestas se celebran.

En los meses estivales, mientras los chicos de su edad se van de marcha, el barbanzano aprovecha para ganarse la vida, a veces, recorriendo media Galicia en un solo día: «Hai nada gravei para Kiko Rivera en Viveiro, que tivera un bolo alá en Lugo, e despois viñemos ata a Chanteclair en Pontecesures, fixémonos boa parte de Galicia en apenas catro horas».

Su nombre ya empieza a sonar en el ámbito nacional, por eso al boirense ya lo han llamado para citas musicales tan importantes como el festival de hiphop Bombo Clap, organizado por los raperos Natos y Waor, en el que participan los artistas más grandes de esta industria en España. Los horarios también son otra de las complicaciones de este trabajo que, aunque pueda parecer fácil desde fuera, puede resultar agotador.

El joven cuenta que las jornadas dependen bastante de cual sea la naturaleza del producto final: «Por exemplo, se o vídeo é para unha discoteca teño que estar alí toda a noite para ir gravando cousas, pero se é para un DJ teño que ir cando el empece e acabar cando remate a súa actuación». Aún así, el veinteañero confiesa que se ve trabajando de lo suyo y que espera hacerlo durante muchos años.

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