La mancomunidad planteará a FCC una prórroga de dos años para la planta de Servia

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

Miembros de comité de empresa de Servia (en la imagen, junto a Saborido, presidente saliente de la mancomunidad) se desplazaron a Noia para la reunión del pasado lunes.
Miembros de comité de empresa de Servia (en la imagen, junto a Saborido, presidente saliente de la mancomunidad) se desplazaron a Noia para la reunión del pasado lunes. CARMELA QUEIJEIRO

El alcalde de Brión ha sido elegido como nuevo presidente de Serra do Barbanza

18 sep 2023 . Actualizado a las 19:23 h.

A falta de unos pocos días para que caduque la concesión de la planta de basuras de Servia, en manos de la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) desde hace dos décadas, la mancomunidad va avanzando en la toma de decisiones con respecto al futuro de las instalaciones. La junta rectora de Serra do Barbanza celebró este lunes una asamblea en la que se acordó plantear una prórroga del contrato de dos años, ampliable uno más, en las mismas condiciones que existen en la actualidad.

Este matiz tiene su importancia porque en su día la empresa había planteado la posibilidad de firmar una prórroga a cinco años con una serie de inversiones para la mejora de las instalaciones valoradas en unos 15 millones de euros, según explicó el presidente saliente de la entidad, una posibilidad que la mancomunidad considera inviable. Dado que la gestión y recogida de la basura es un servicio público esencial, existe la posibilidad de la prórroga automática del contrato y a eso se aferra la entidad supramunicipal.

Esos dos años es el horizonte que se marca Serra do Barbanza para sacar adelante unos nuevos pliegos y licitar de nuevo el servicio. Por las características técnicas del contrato, el proceso para la elaboración de las bases es complejo, llevará tiempo y en la mancomunidad asumen que serán necesarias muchas reuniones para concretar los aspectos de la nueva concesión.

Imprescindible

Otro de los asuntos que los miembros de la junta rectora tenían sobre la mesa era la necesidad de construir un nuevo vaso para el depósito de residuos no recuperables mediante el reciclaje o el compostaje, una propuesta a la que se dio el visto bueno.

De hecho, es urgente que esta actuación se lleve a cabo porque los vasos actuales están al límite de su capacidad, por lo que, para ir adelantando pasos, ya se ha solicitado a la Xunta el permiso correspondiente para ejecutar la obra, presupuestada en más de medio millón de euros. Será, en todo caso, una solución provisional, durante un par de años y mientras se elaboran los nuevos pliegos, puesto que en el futuro contrato será necesario incluir una ampliación del vertedero a gran escala que supondrá una inversión de unos siete millones de euros.

Estas decisiones coinciden en el tiempo con el inicio de una nueva etapa en el seno de la mancomunidad, ya que, tras más de dos años con el alcalde de Carnota, Juan Manuel Saborido, al frente de la entidad, desde ayer es oficial el relevo en la presidencia, que pasa a manos del regidor de Brión, el socialista Pablo Lago Sanmartín. No son pocos los retos que tiene por delante el nuevo cabeza visible de la entidad, tal y como él mismo reconocía: «É unha época complexa para asumir a presidencia, pero farémolo con traballo, sendo transparentes e tomando decisións co acordo de todos».

Además de poner en marcha la maquinaria técnica y administrativa necesaria para la elaboración de los nuevos pliegos, todavía está por ver cómo encaja el modelo húmedo-seco, el que se aplica en la planta de Servia, en la nueva legislación europea. Hay mucha discusión en torno a esta cuestión y los responsables de la mancomunidad están pendientes de que el ministerio se pronuncie de forma definitiva sobre esta cuestión. Mientras tanto, los concellos adheridos a Serra do Barbanza siguen apostando por este sistema.