O Grove registra los primeros nidos de píllara de la temporada

Leticia Castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Martina Miser

Desde SEO Birdlife advierten de que todos cuantos pisen las playas mecas deben tener cuidado para ayudar a la conservación de esta especie en peligo de extinción

05 abr 2024 . Actualizado a las 08:44 h.

La píllara das dunas o chorlitejo negro, esa ave protegida que anida por estas fechas en varias zonas de O Grove, ha formado este año sus primeros nidos en varios de sus arenales habituales en la localidad. Tras ser descubiertos, han sido correctamente balizados para que la especie pueda criarse con tranquilidad. Así, quienes paseen por las playas mecas sabrán que deben respetar a estos animales en peligro de extinción, que cuentan con numerosas amenazas cada primavera en este su hábitat natural.

Comenta Gustavo Ferreiro, coordinador de SEO Birdlife en Pontevedra, que en la temporada de cría se deben extremar las precauciones al acudir a los arenales para no perjudicar a estas aves, sobre todo no llevar a los perros sueltos, algo que además está prohibido y puede acarrear sanciones. Y es que los canes son una de sus mayores amenazas, porque fácilmente podrían destrozar sus huevos. El chorlitejo negro está empezando la puesta y en unos días probablemente se formen más nidos, ya que la temporada se extiende varios meses, «podemos ter mesmo algunhas crías correteando polas praias no mes de agosto», señala Ferreiro.

Algunos de los riesgos para ellas se han ido progresivamente eliminando, «como o tractor, que podía atropelar algún pitiño, pero iso xa se eliminou, xa non se pasa a cribadora», cuenta el experto. Hubo amenazas serias que se han ido extinguiendo, pero el ser humano tiene que ser capaz de convivir con los animales silvestres.

La presencia del chorlitejo a nivel gallego ha mejorado en playas de A Coruña, pero en las Rías Baixas se ha estancado y de algunos arenales ha desaparecido.

En O Grove, el número de píllaras que crece cada año se ha mantenido «debido ao esforzo grande que se está facendo para conservalas», apunta Ferreiro. A pesar de todo los microplásticos, como los que esta semana eran arrastrados por la marea hasta A Lanzada, entre los que había pélets y otros elementos de diminuto tamaño que también constituyen un peligro, ya que los animales se pueden enredar en ellos y también pueden ingerirlos.

A ello se suma la presión humana que ejercemos sobre las playas, que va a más, lo que en el caso de O Grove se nota más allá de la temporada estival al tratarse sus arenales de lugares frecuentados en cualquier mes del año.

El chorlitejo, al que se le hace un seguimiento en la península meca desde hace al menos una década, mantiene su población estancada, pero la masificación de turistas en los arenales es cierto que supone una amenaza más para ellas, pues crían en la parte alta de la duna, a ras de suelo. Allí incuban los alados dos o tres huevos de mancha oscuras, de los que nacerán nuevas aves.

A la píllara hay que cuidarla, es una especie frágil y el vallado debe respetarse tal y como piden los agentes ambientales. Lo dicen porque hace algunos días, algún gamberro rompió precisamente uno de esos balizados.

Toda esa información está disponible en los paneles ubicados por la costa, así que si alguien encuentra perros sueltos o detecta alguna maniobra extraña, lo más sensato es dar aviso a la Policía Local. No hay que tomarlo a broma, pues las multas son serias. Si por casualidad se encuentran algún nido, deben llamar al 112 y dar aviso.