Daniel Prieto: «O tránsito por certos espazos públicos do Grove ás veces é misión imposible»

La accesibilidad en O Grove sigue siendo una tarea pendiente. Al menos, en algunas zonas, donde las barreras arquitectónicas no permiten a las personas minusválidas recorrer la localidad de manera normal, obstaculizando así su vida diaria. Uno de los vecinos que lo sufren es Daniel Prieto, quien a diario se encuentra con impedimentos para los que exige soluciones al Concello. El campo de fútbol Monte da Vila es, sin ir más lejos, uno de esos lugares que forman parte de su rutina semanal. Allí acude a ver su hijo jugar al fútbol los domingos o a presenciar incluso algún entrenamiento, pero la entrada a las instalaciones es complicada, sobre todo la principal. «Están as escaleiras e logo esa pequena rampa pola cal é practicamente imposible subir, ten unha mala inclinación e unha das rodas da cadeira queda no aire», cuenta mientras hace el enésimo intento de acceder. Efectivamente la silla se inclina haciendo peligrosa la maniobra. Ante esto, ha optado por la entrada lateral al campo, que no es por la que entran habitualmente los espectadores, y allí, a pesar de no haber escaleras también se encuentra obstáculos, pero al menos consigue entrar. «A posibilidade de transitar polos espazos públicos, de acudir a calquera evento cultural ou deportivo, ir ás praias… mesmo ir un caixeiro ou depositar o lixo para moitos de nós é misión imposible», explica. Es por ello que solicita al alcalde que «asuma as súas competencias e traballe por un pobo para todos, non podemos vivir esquecidos nin silenciados, e ademais trátase dunha obriga incumprida sistematicamente», dice, y cree que debería existir una ordenanza municipal que recoja en un plan de accesibilidad las necesidades del municipio y la manera de solventarlas, «con prazos, orzamentos e vixianza», advierte, indicando que las plazas de aparcamiento para minusválidos están en muchas ocasiones ocupadas por conductores que no lo son, «e ás veces chamas á Policía Local e tampouco aparece».

Teniente Domínguez

Daniel hace su vida en una silla a motor y en ocasiones no le queda más remedio que echarse a la carretera para llegar a su destino, sorteando desniveles en las aceras que no deberían existir. Habla en concreto de la calle Teniente Domínguez, dónde existen subidas y bajadas que son imposibles de salvar. «Iso obrígame a baixar á estrada utilizando as rampas dos garaxes, para logo volver a incorporarme». La experiencia aún la tiene fresca, pues hace unos días tuvo que ir al CEIP Valle Inclán en Ardia a por material para su hijo, «e aparte da incomodidade que supón non poder facer o camiño nun tramo, penso que pasaría se no colexio houbese alumnos en cadeira de rodas, teríano moi complicado», apunta.

A pesar de ello, no todo son críticas, pues considera Prieto que la calle Alexandre Bóveda es todo un ejemplo de accesibilidad. «Así é como deberían facer noutras zonas tamén, é doada para circular, e apenas hai impedimentos», cuenta.

Aún así cree que debería formarse una comisión con ciudadanos afectados, técnicos municipales y partidos políticos que trabajen para elaborar «un mapa das diversidades funcionais e acada solucións dunha vez por todas», dice exigiendo el compromiso público «e urxente», del alcalde y su grupo de gobierno para llevar adelante esas propuestas «e facer do Grove un pobo para todos os que vivimos nel, e que tamén sirva para promocionalo como destino turístico accesible», cuenta asegurando que hay localidades por el territorio nacional que en este sentido son todo un ejemplo.

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