Así será erradicada la planta de los pinchazos de la playa de Vilagarcía

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

La regeneración de A Concha-Compostela arrancó ayer con medidas para garantizar el acceso a la zona de baño y un plan para acabar con el cadillo

26 abr 2024 . Actualizado a las 20:02 h.

Han transcurrido ya 16 años desde la última regeneración a fondo a la que fue sometida A Concha-Compostela. Por aquel entonces, se aplicaron en su superficie cincuenta mil metros cúbicos de áridos del Miño, que la playa urbana de Vilagarcía compartió con el resto de los arenales del municipio. Más o menos diez años más tarde, brotaba en el entorno del paseo que une el centro de la ciudad con Carril el muy molesto cadillo. También denominada abrojo, la planta de los pinchazos desencadenó una miríada de averías en las ruedas de quienes se atrevían a pedalear por esta zona, sembrando las suelas de chanclas y deportivas con sus espinosas semillas, que poco a poco acabaron en todas partes. Tras un par de intentos previos que apenas ofrecieron resultados, esta agresiva plaga vegetal ha sido el desencadenante de otra profunda regeneración, la que el Servicio Provincial de Costas del Estado y Tragsa iniciaron ayer en el extremo inmediato al pinar de A Concha.

«Está sendo unha gran semana para a nosa cidade», apuntó el alcalde, Alberto Varela, quien asistió al comienzo de los trabajos junto a un buen número de los concejales del equipo de gobierno, a los que acompañaron Miguel García, jefe del departamento provincial de Costas, y Pedro Álvaro, responsable de la firma Tragsa en Galicia. Se refería el regidor a la apertura de la nueva biblioteca, que coincidió con la conmemoración del Día del Libro —«estamos recibindo moitas felicitacións polo ben que quedou», subrayó— y al propio proceso de erradicación del cadillo, en el que las arcas del Estado están invirtiendo medio millón de euros. Cierto que sus cinco meses de duración coincidirán con la temporada estival. Pero Varela apuntó al largo tiempo que la ciudad llevan esperando que el proyecto se haga realidad para argumentar que no tendría ningún sentido incrementar la demora. «Seguiremos traballando —garantizó, por lo demás— para mellorar tamén as praias do Campanario e O Preguntoiro».

Yendo al núcleo del asunto, la intervención consiste, básicamente, en decapar la parte más superficial de la cobertura de la playa. Sus treinta primeros centímetros, que es donde crece el abrojo, serán retirados. Tragsa cavará, de forma paralela, zanjas transversales de dos metros y medio de profundidad. De acuerdo con las catas previas que se han practicado en el terreno, allá abajo se encuentra la arena de mayor calidad de la playa, anterior a aquel aporte del 2008. Así que, en el fondo, lo que se hará es invertir su posición: la tierra extraída será enterrada con el abrojo, después de un conveniente riego con agua de mar para su esterilización, al mismo tiempo que la buena arena pasará a ocupar la superficie, en su lugar.

Martina Miser

La idea que maneja Tragsa es que dos equipos trabajen, desde los extremos norte y sur de la playa, para confluir en el centro del arenal. La actuación se llevará a cabo por tramos, que permanecerán vallados, dejando pasos transversales libres para que los usuarios de la playa puedan acceder sin problemas a la zona de baño. Ni esta ni las áreas de marisqueo se verán afectadas por una intervención que se desarrollará a lo largo y ancho de 65.000 metros cuadrados.

Los juegos y las pasarelas tendrán que ser retirados, pero volverán a su lugar, una vez concluida la regeneración. El carril bici, apuntó el alcalde, tendrá que aguardar a una segunda fase, de la que, garantizó Varela, tratará de convencer a los responsables del Ministerio de Medio Ambiente. «Parece que fose hai décadas, pero hai que lembrar que nestes anos reformouse tamén o paseo, mellorouse o saneamento e foi retirado o edificio do CIRA», rememoró el regidor socialista, como muestra de que la playa no ha sido descuidada.

Martina Miser

Las semillas que pronto se convertirán en espinas. La regeneración no afectará al pinar, que de hecho ha sido vallado. El abrojo o cadillo se reproduce a través de unas semillas que precisamente comienzan a dispersarse en primavera. De momento son verdes, pero pronto se secarán, convirtiéndose en espinas capaces de perforar neumáticos de bicicleta como mantequilla.