Ramos para inaugurar la Semana Santa

M.A., C.B. REDACCIÓN /LA VOZ

AROUSA

M.A.

Miles de personas bendijeron sus palmas en los actos que se celebraron en las comarcas de Pontevedra y Arousa

24 mar 2024 . Actualizado a las 16:19 h.

Dice el refrán popular que el que no estrena en Domingo de Ramos, no tiene pies ni manos. Siga vigente o no en estos tiempos, lo cierto es que más de uno y de una estrenó algo de su indumentaria este 24 de marzo en Pontevedra, Arousa y Deza. Un año más, los vecinos se volcaron con la celebración que marca el inicio de la Semana Santa y abarrotaron, con sus ramos y palmas, las bendiciones que se celebraron por toda la provincia.

En una soleada mañana de domingo, muchos no faltaron a la tradición que ya vivieron cuando eran niños para presenciar el traslado de la imagen de Jesús entrando en Jerusalén en Pontevedra. No faltaban gafas de sol y móviles en mano para retratar el momento. El recorrido previo se hizo desde la iglesia de San José, tras la misa de las 11.00 horas, por la plaza de Galicia, Andrés Muruais, Peregrina, plaza de la Peregrina y escalinatas de la iglesia de San Francisco, epicentro de la ceremonia y donde más de uno casi se ensañaba golpeando la imagen con ramos y palmas. Poco después, tenía lugar la bendición general de palmas y ramos de olivo en el atrio, que daría paso a la procesión con la imagen de Jesús entrando en Jerusalén, conocido popularmente como procesión de La Borriquita, por parte del centro histórico y hasta desembocar en la iglesia de San Bartolomé. El fervor religioso de algunos y la curiosidad de otros se mezclaba con más de un turista de visita en una ciudad que ya el sábado estuvo muy concurrida.

También los cambadeses fueron fieles a su cita con el domingo de Ramos y, a partir de las once de la mañana, comenzaron a congregarse en las inmediaciones de la iglesia de Fefiñáns. Minutos antes de las doce hizo su aparición el párroco, José Aldao, que este año no necesitó palco, pues la bendición la impartió desde las nuevas escalinatas de la iglesia, que ahora están abiertas a la plaza. Delante suya había centenares de vecinos, portando ramas y palmas que agitaron con gusto en cuanto el cura terminó las oraciones. A continuación, comenzó la procesión, que trasladó la imagen desde la plaza de Fefiñáns hasta la iglesia parroquial, donde se celebró otra misa.

Pero, sin duda, una de las celebraciones de la Semana Santa más famosas de la provincia es la que escenifican los vecinos de Paradela, en Meis. Tampoco estos faltaron a su cita y, alrededor de la una de la tarde, Jesús apareció en el recinto subido a lomos de una borriquita de verdad y acompañado de sus apóstoles. La representación comenzó con la bendición de los ramos y las palmas, que llevó a cabo el cura párroco. Posteriormente, empezó la procesión. De abrir el paso se ocuparon los soldados romanos, pertrechados con sus armaduras y lanzas. A ellos les seguía Jesús, un papel que este año interpreta, por primera vez, el joven Daniel Castro, un estudiante de la localidad que lleva años colaborando con estas celebraciones. La comitiva la cerraban hombres, mujeres y niños ataviados de la época, que acompañaban a Jesús portando ramos y palmas. Quizás por el buen tiempo que reinó durante toda la mañana, quizás porque cada vez son más los que se animan a disfrutar de estas escenificaciones, la actividad logró congregar a numerosos público en el entorno de la iglesia.