Heredeiros da Crus en «misa de dose e media»

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Ni el madrugón ni la lluvia arrugaron la tremenda sesión vermú que los de Ribeira se marcaron en la jornada central de Revenidas

09 sep 2023 . Actualizado a las 20:03 h.

Atención, pregunta: ¿puede un murciélago volar a mediodía? «Boas noites Revenidas, benvidos á misa de dose e media». Javi Maneiro no dejó de repetir este soniquete a lo largo de la tremenda sesión vermú que Heredeiros da Crus se marcaron este sábado en Revenidas. Poco importaba que el sol dominase el firmamento tras una espesa capa de nubes; la actitud de los de Ribeira sobre el escenario fue la misma que si la luna hubiese saludado el comienzo de su concierto a medianoche.

Desde el primer minuto, con Non che teño medo, hasta el último, con O fillo de José entonado a capela, Vilaxoán vivió una fiesta. Irreverente, divertida y húmeda, porque la lluvia, que la noche anterior había forzado la suspensión de la actuación de Rebeliom do Inframundo, bien entrada la madrugada, tampoco quiso perderse la fenomenal parranda. No importó. Nadie se movió de su sitio. Si acaso, el propio Javi y Tucho, que en una de estas se encaramaron a la barrera, en el foso que domina la gente de seguridad, para «mollarse».

Tonhito de Poi, huido durante unos minutos, reapareció ataviado con sotana blanca y gorro papal para encarnar a Papito, el solemne encargado de administrar a sus fieles el sacramento del rocanrol en el país del reguetón, al que cantó remedando la sintonía de la Abeja Maya. Haber crecido a caballo de los 70 y los 80 tiene estas cosas, qué se le va a hacer.

No faltó la sulfatadora. Tampoco el reparto de millo al por mayor en cuanto los cinco acometieron el legendario Que jallo é con sus míticas «churras, churras, churras» coreadas por un público entregado, que poco antes había formado una cola en la entrada como las que no se veían desde que E. T. el extraterrestre se estrenó en los cines. 6.900 personas convirtieron el sábado en la jornada central de un festival que sigue redondeándose.

Como tampoco todo van a ser coñas, hubo también un par de momentos, breves, para ponerse medianamente serios. Javi recordó el marichalazo [Sabina dixit] que hace un año lo apartó de los escenarios al presentar Corasón de carballo. Y homenajeó a María Jiménez, igualando la letra de Non quero nada de ti para referirse a un «pendejo». Y sí, los murciélagos vuelan cuando les peta.

Del retorno de Lamatumbá al círculo mortal de Sigüeiro a manos de Familia Caamagno

El fiestón de Heredeiros tuvo su reverso oscuro de inmediato a manos de K1ZA. La jovencísima mc madrileña se presentó en el escenario Mahou acompañada únicamente de su Dj cuando la lluvia se ponía fea de verdad. Sus letras, durísimas, y las bases sobre las que las construye remontaron poco a poco al público, que acabó haciéndose un pogo. Lúgubre y brillante a un tiempo, lo suyo tuvo muchísimo mérito.

Claro que, en la desembocadura de sus fraseos implacables, aguardaba de nuevo la fiesta, esta vez a cargo de Lamatumbá. El retorno de los heraldos del licor café, combustible para su ska verbenero, popular y energético, puso a bailar a todo el mundo. Pasote su interpretación de Dolores, con guiños hacia la Lola de Cicatriz y al himno de Los Suaves, cuyo archiconocido riff sonó tocado por metales.

Algo tendrá Mondra cuando a continuación reunió a una pequeña multitud frente al escenario pequeño, gracias a su combinación de canto y baile. El 20 de septiembre saldrá a la calle su primer trabajo, Crónicas d'Arden. Y para embocar la tarde, nada menos que Familia Caamagno. Manuele le echó arrestos para arrojarse al público y abrir a su alrededor lo que en Sigüeiro, aseguró, se denomina «un círculo mortal». Presentaron con vigor su último disco, O mundo está derrotado, y como despedida el impresionante Xuntos de Juan Pardo, en su versión sovietizada.

RAMON LEIRO

Más música, circo solidario y gran sardiñada para despedir el festival

El festival de Vilaxoán se despide hoy. Y lo hace como siempre, abriendo sus puertas para que todo el mundo pueda disfrutar de la música, el ambiente... Y las sardinas.

Según explican desde la organización, el día comenzará a las doce del mediodía con la actuación del grupo de gaitas Os Terribles de Arousa, que llenarán de vibraciones el parque de Dona Concha. Una hora después, en el mismo lugar, habrá un concierto destinado al público familiar a cargo de Uxía Lambona e a Banda Molona, un grupo que recoge los clásicos populares gallegos y les da su toque particular a base de ritmos de ska, reggae, rock o tango.

Será a la una y media de la tarde cuando dará comienzo uno de los actos centrales del festival, el que le ha dado forma y lo ha dotado de personalidad: la gran sardiñada Revenidas-Turismo Rías Baixas, «a festa que hai xa máis de dúas décadas deu orixe ao festival».

Mientras el público da buena cuenta de las raciones de este sabroso pescado cocinado en las brasas, la animación continuará en el parque de Dona Concha.

A partir de las cuatro menos diez de la tarde, correrá a cargo de la Louband Street Band, que se encargará de alimentar el espíritu festivo hasta las cinco y media de la tarde A esa hora comenzará la Gala de Circo Solidaria, que tendrá como protagonistas a Uxía Lambona e a Banda Molona, Peter Punk, Mago Paco, Nono, Asacocirco y Simplement Enrico.

La música retornara al recinto a las ocho menos cuarto de la tarde, con la actuación de Xosé Lois Romero e Aliboria, «unha das formacións que mellor representa a conexión entre a nosa música tradicional e as novas xeracións», explican desde la organización del festival, desde donde apuntan a Romero como «precursor de todo este fenómeno que está acontecer na música galega propiciado pola fusión da nosa música tradicional con perspectivas máis contemporáneas» y acompaña en directo a Baiuca. «Xosé Lois Romero & Aliboria trasladan ao escenario o bruar da terra, algo que chega dende o corazón, pero que pasa polas vísceras, e se convirte nunha sorte de zunido tribal, de folclore racial».