Mendoza: «No me lo podía creer, hice un bloqueo y tenía la posición ganada»

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

El escolta dominicano es partidario de no darle más vueltas al partido ante el Manresa ni a la clasificación y centrarse en lo que el Obradoiro puede conseguir

18 abr 2024 . Actualizado a las 20:13 h.

«Sabemos que en algún momento tiene que pasar la tormenta». La reflexión la firmaba Rigoberto Mendoza antes del derbi frente al Breogán. El Monbus Obradoiro sumó una victoria clave para seguir en la lucha por la permanencia. Pero no ha conseguido añadir ninguna más, pese a haber mejorado. Siguiendo con la comparación meteorológica, podría decirse que continúa lloviendo y el zapato aprieta.

El internacional dominicano comparte el análisis: «El derbi nos dio un respiro. Ganamos ese juego, después de tiempo buscándolo. Pero todavía no hemos conseguido nada. Debemos seguir trabajando y pensar solo en ganar la mayor cantidad posible de partidos de los cinco que nos quedan, para tratar de llegar bien al final de temporada. Los demás también compiten. Nosotros tenemos que salir a darlo todo».

Mendoza reconoce que no es fácil convivir con esa presión: «Creo que nos está faltando suerte en algunos encuentros. Pero son muchas derrotas y ves que la competición avanza. En cualquier caso, trabajamos todos los días para mejorar».

Del rival de este domingo, el Bilbao Basket, destaca que «se encuentra en un buen momento». Recuerda el partido de la primera vuelta: «Nos ganaron por un punto, por un descuido en un rebote ofensivo. Pero ha llovido mucho desde entonces. Ellos mejoraron mucho y nosotros estamos tratando de dar ese salto y buscando esa victoria que tanto necesitamos».

A tenor del baloncesto que despliega el colectivo de Jaume Ponsarnau, Mendoza espera un partido distinto al que planteó el Manresa: «Va a ser diferente, pero tampoco fácil. También es un equipo con las ideas claras. En esta competición, todos los rivales, sean mejores o peores, no se relajan. Todo el mundo se está jugando algo. No va a haber tregua».

El escolta dominicano sitúa esta temporada entre las más duras que le ha tocado vivir a lo largo de su carrera: «Indiscutiblemente, es un año muy difícil, tanto en lo personal como en lo competitivo, por la lesión, por la situación en la que estamos. He vivido muchas experiencias, pero ninguna como esta. Para mí es nuevo. Es una experiencia más. Confiamos en seguir mejorando en estas jornadas que nos quedan».

Le da una nueva perspectiva a lo de ir partido a partido y apuesta por encarar los cinco que faltan olvidando la clasificación, como si fuese un torneo corto con el objetivo de quedar lo más arriba posible: «Hay que evitar darle vueltas a la cabeza y pensar en lo que podemos conseguir. De corazón, por el orgullo que uno tiene dentro como jugador. Pero, sobre todo, por la fanaticada, que se lo merece todo, que viene aquí y nos apoya».

La jugada que más ha dado que hablar en mucho tiempo es la falta personal que le pitaron a Mendoza cuando restaba algo más de un minuto para que concluyese el partido ante el Manresa y trataba de cerrar el rebote. Faltaba que el propio protagonista se pronunciase, y el internacional dominicano no tiene duda alguna: «Solo sé que era una posesión importante para nosotros. Tenía la posición ganada y realicé el bloqueo correcto, haciendo el box out al jugador. No podía creerme que me pitase falta a mí. Creo que esa jugada cambió nuestro ritmo, que veníamos remontando y estábamos a dos puntos. Les da dos tiros libres y se van de cuatro».

Tan convencido estaba de que el infractor era el jugador rival, Travonte Williams, que desde el suelo ve el gesto de la falta y en un primer momento cree que «se la han pitado a él». Y añade: «En nada ya me doy cuenta de que me la han pitado a mí. No me lo podía creer, hice un buen box out y tenía la posición ganada. Cosas del juego». También es partidario de pasar esta página y centrarse en las que están por venir.