«Antes se pedían niñas obedientes y niños trabajadores, hoy se pide a los hijos que sean felices y eso es imposible»

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

La psicóloga del Saúde Mental Sonia Martínez Rodil (a la izquierda, en el María Sarmiento) señaló que el Sergas prueba en 78 centros educativos un programa para fomentar la salud mental en los jóvenes (YAM). Si funciona bien, como es previsible, dijo, prevén extenderlo a todos los centros de enseñanza de Galicia
La psicóloga del Saúde Mental Sonia Martínez Rodil (a la izquierda, en el María Sarmiento) señaló que el Sergas prueba en 78 centros educativos un programa para fomentar la salud mental en los jóvenes (YAM). Si funciona bien, como es previsible, dijo, prevén extenderlo a todos los centros de enseñanza de Galicia PEPA LOSADA

La psicóloga de Saúde Mental del Sergas Sonia Martínez Rodil reflexionó en Viveiro sobre prevención del suicidio juvenil; «es una época muy complicada para crecer y para educar»

20 abr 2024 . Actualizado a las 18:21 h.

Maleducados, impacientes, con poca o ninguna tolerancia a la frustración, sobreprotegidos, despreciativos hacia la autoridad... Los jóvenes de hoy en día afrontan una serie de dificultades y estigmas que son fruto del tiempo en que les ha tocado vivir. Una época muy complicada para crecer, pero muy complicada también para educar, en la que padres, abuelos, profesores y demás miembros de la comunidad tienen que afrontar el «maravilloso, apasionante y a la vez durísimo desafío» que supone ayudar en la crianza de un niño. Esta es una de las grandes reflexiones que la psicóloga de la unidad de Saúde Mental del Sergas Sonia Martínez Rodil lanzó en la interesante charla que ofreció en Viveiro sobre prevención del suicidio juvenil. Fue promovida por el departamento de orientación del IES María Sarmiento.

Y la experta partió de la base, de los primeros años, de la infancia en la que se sientan las bases de un desarrollo saludable. Abogó por intentar que los niños sean lo más autónomos posibles para que no sean adultos dependientes. Si pueden hacer la cama, que la hagan. Si pueden recoger su ropa, que lo hagan. Que coman por su mano. «Sino estamos viendo niños que se alimentan de gusanitos, de chasquis, de pasta... Y padres que te dicen: ‘Es que si no le doy eso no come’. ¿Decide el niño cuál es la alimentación saludable? ¿Sabe lo que necesita para crecer?», se preguntó. También incidió en lo beneficioso que es para su futuro que acaten el «no». «Esos niños a los que nadie dice ‘no’ ni pone límites —dijo—, ¿cómo van a afrontar en la adolescencia que el chico o la chica que les gusta les diga ‘no’? Se van a hundir». Y en ese sentido habló de pequeños que «el día de Reyes tienen tantos regalos que les quedan paquetes sin abrir». «¿Cómo van a valorar algo si se lo dan todo, y además de forma inmediata? Es bueno enseñarles a saborear el gusto por la espera», añadió.

 «Al niño hay que darle lo que necesita, no lo que desea. Los padres no somos Aladinos que concedemos deseos, sino que atendemos necesidades. Para que sean autónomos en lugar de dependientes», Sonia Martínez Rodil, psicóloga de Salud Mental del Sergas

La psicóloga Sonia Martínez incidió en la importancia de un desarrollo saludable desde la infancia para prevenir suicidios; con todo, instó a padres y profesores a sentir «cero culpabilidad» y dijo: «Menos la muerte todo es reparable y siempre se está a tiempo de dar un giro»
La psicóloga Sonia Martínez incidió en la importancia de un desarrollo saludable desde la infancia para prevenir suicidios; con todo, instó a padres y profesores a sentir «cero culpabilidad» y dijo: «Menos la muerte todo es reparable y siempre se está a tiempo de dar un giro» PEPA LOSADA

«No todo lo que nos hace sentir mal es negativo. El dolor, la pena, la ira..., a veces son necesarios. Hay que enseñarles desde pequeños a conocer la frustración», comentó, y lamentó que redes sociales y medios estén enviando continuamente mensajes como «Nada es imposible», «Si quieres puedes», «Persigue tus sueños». «Hacen daño porque en la vida real no siempre si quieres puedes. Si te esfuerzas, claro que vas a conseguir cosas, pero a lo mejor no todo», y puso un ejemplo clarificador. «A mí, por ejemplo, me encanta la ópera, pero por mucho que me esfuerce no voy a ser una gran cantante de ópera», señaló.

Los cambios sociales han sido tremendos. «En 1965, cuando nacía una niña, al bautizarla, se pedía que fuese sana, obedeciese, cuidase, que se ‘desviviese’ por los demás. De un niño se pedía que fuese sano, trabajador, que no fuese un vividor. Ahora se pide que la ‘persona’, sea hombre o mujer, porque el género da igual, sea feliz, cuando eso no es posible, no es real en una sociedad que fomenta el malestar porque parece que te obliga a tenerlo todo cuando eso no es así», señaló.

«La felicidad no es la ausencia de problemas porque la vida está llena de dificultades y piedras. Lo saludable es enfrentarse a ellas con serenidad. No puedes evitar las olas, hay que saber surfearlas»

Y ahí se refirió a madres y padres confundidos, estresados por el trabajo, la falta de tiempo, las dificultades de comprensión, la búsqueda continua de soluciones profesionales (terapias)...; a adolescentes saturados de actividades, con consumo de sustancias, depresión, acoso, sexting (envío de fotos y vídeos de contenido erótico-sexual a través de redes), estrés académico...; o a profesores «quemados» por el exceso de burocracia y protocolos, la atención a la diversidad funcional, familias complejas o necesidades emocionales de los adolescentes.

 Reforzar la empatía y el vínculo

Recalcó la importancia de reforzar la empatía y el vínculo humano, el contacto real para ofrecer a los chavales recursos psicológicos que les ayuden a afrontar crisis vitales como las de la adolescencia. Para que siempre, incluso en los peores momentos, tengan esperanza, y vean futuro. También incidió en la «cero culpabilidad» que deben sentir los padres. «Excepto la muerte, todo es reparable aunque el proceso sea largo, y siempre estamos a tiempo de dar un giro», concluyó.