«Nos mudamos de Argentina a Galicia por calidad de vida porque trabajo teníamos»

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Alejandro y Laura abren La Fontana cada día a las siete de la mañana para dar desayunos
Alejandro y Laura abren La Fontana cada día a las siete de la mañana para dar desayunos XAIME F. RAMALLAL

Laura Vázquez y Alejandro Nazabal reabren en Viveiro la cafetería La Fontana

07 abr 2024 . Actualizado a las 10:01 h.

Carlos y María emigraron desde el municipio lucense de Bóveda (él) y el ourensano de O Carballiño (ella) a Buenos Aires, en Argentina, donde se conocieron en el Centro Lucense. Varias décadas después, su hija, Laura Vázquez Pazos, inició el camino a la inversa con su marido, Alejandro Nazabal. Tras un breve período en Algeciras, el matrimonio recaló en Viveiro hace más de dos años. Juntos acaban de reabrir la cafetería La Fontana, un establecimiento hostelero muy conocido situado en un lugar estratégico de la ciudad del Landro, cerca de la Praza de Abastos, la estación de autobuses, Correos o la Policía Nacional, y a tiro de piedra del centro histórico. «Es un negocio que nos gusta mucho porque es chiquitito, parece acogedor. Para trabajar los dos es perfecto», reconoce la mujer. Previamente dirigieron durante un verano la antigua cafetería El Bondi, en el edificio Parquemar, pero el local, que tiene dos terrazas, era excesivamente grande para llevarlo los dos.

«El sueño de él era tener un bar, y este es chiquitito y acogedor. Vamos a ofrecer mucho desayuno y merienda, y sin gluten», Laura Vázquez Pazos, propietaria de La Fontana
«Acá estoy bien, nos han recibido bien y hemos logrado cosas que allá no habíamos conseguido trabajando los dos», Alejandro Nazabal, propietario de La Fontana

Abrieron La Fontana el martes y este viernes se mostraban contentos. «A la gente le gusta que lo hayamos reabierto porque esto había quedado muerto y es un sitio que está muy bien», explica la pareja. Tienen 6 mesas dentro y 6 fuera, y se han especializado en desayunos y meriendas. Con productos artesanos, como tartas, bizcochos o donuts. «También servimos tostas y preparamos meriendas y desayunos sin gluten, y disponemos de leche sin lactosa», explica Laura, que tiene 54 años. Su marido, de 50, comenta que su hijo sigue en Argentina. «Tiene su vida montada allá y está contento», señala un hombre que nunca se había planteado tener que emigrar. «Vinimos de Argentina a Galicia por calidad de vida, porque trabajo teníamos allí y no teníamos problema», revela Laura, que en su país natal era responsable de un Registro Civil, mientras que Alejandro era técnico en Prevención de Seguridad e Higiene. «Lo que aquí llaman técnico en Prevención de Riesgos», aclaran. «De pequeña pasé mucho tiempo con mi abuela Carmen, que siempre me hablaba de Galicia, y por eso cuando llegué me sentí como en casa, como que ya conocía todo», dice Laura. También sirven vinos, cervezas o copas, y abren de siete de la mañana a una de la tarde, y de las cinco hasta el cierre.