Un estudio económico cifra el impacto del Resurrection Fest en 10,2 millones
A MARIÑA
La Diputación aportó 130.000 euros, 60.000 el Concello de Viveiro y 50.000 la Xunta
15 jul 2016 . Actualizado a las 13:19 h.La undécima edición del Resurrection Fest, celebrada en Viveiro la pasada semana, generó un impacto económico en la comarca de 10.250.000 euros. La cifra fue aportada en una comparecencia del presidente de la Diputación, Darío Campos; la alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, y los organizadores del festival, los hermanos Iván y David Méndez, en base a un estudio «firmado por economistas» que tiene en cuenta diferente variables, desde el perfil de los asistentes a sus hábitos de consumo.
Campos destacó que la edición de este año del Resurection fue «a de maior éxito de participación, xa que houbo máis de 80.000 persoas, superando todas as expectativas». El índice de ocupación hotelera «acadou o 100 % non só no Concello de Viveiro, senón en todos os concellos limítrofes». Este año, con el reclamo como cabezas de cartel de Iron Maiden, The Offspring, Volbeat y Bad Religion, junto a otras 75 bandas, se vendieron todas las entradas a seguidores procedentes de 36 países, algunos tan lejanos como Japón o Indonesia, y lo convierten en el festival más grande de Galicia «e o evento de referencia de música metal, punk, rock e hardcore, máis importante de España, e a día de hoxe xa ten un carácter internacional». Durante los cuatro días que duró el Resu fue trending topic en las redes sociales.
Campos destacó que el Concello de Viveiro y la Diputación son las Administraciones públicas que destinan mayor cuantía económica para apoyar y promocionar el festival. Y en esta línea el responsable del organismo supramunicipal destacó que los 130.000 euros que aportó este año el organismo provincial «serviron para impulsar e promover económicamente a comarca». El Concello de Viveiro destina este año al festival 60.000 euros además de aportar la ayuda logística y de personal, antes, durante y después del festival, según apuntó la alcaldesa, María Loureiro.
A esas cantidades se suman los 50.000 euros que aporta la Xunta a través de la Axencia Galega das Industrias Culturais (Agadic).
La organización del Resurrection agradeció a todos los organismos y administraciones públicas su colaboración. El balance, positivo, «teniendo en cuenta que era el primer año que íbamos con el aforo completo, con los riesgos extras que eso supone, y fue todo con mucha tranquilidad. Estamos muy contentos con el resultado», dijo Iván Méndez.
Las fechas de la próxima edición se conocerán antes de que acabe el verano
La duodécima edición del Resu será en julio, y las fechas exactas se conocerán «antes de que acabe el verano». Habrá 100 bandas. ¿Supondría ampliar en días el cartel oficial, pasar de tres a cuatro días? «Las posibilidades son muchas, y aún es muy temprano». Los fans piden Metallica, Guns and Roses... «Hacerle caso a los fans sí, pero tenemos que ser conscientes de lo que es el festival. Ningún festival con entradas a 100 euros puede permitirse a Guns and Roses, por matemática. A mi también me encantaría, pero no es nuestro modelo de festival. Traer una banda del nivel de Maiden va a ser muy difícil, pero no hay nada imposible».
Hábitos de consumo, perfil y cifras exactas de gasto diarias
Iván Méndez, director del festival, explicó a la Voz que el estudio que permite saber el impacto que tiene el festival en cada edición, «está personalizado a la localización, teniendo en cuenta hábitos de consumo, el perfil de los asistentes actualizado con la cifra exacta de cada uno de los días». La proyección económica del festival también contiene el porcentaje de gente que se aloja en los cámpings y en hoteles, lo que gastan, también quiénes van al día «que son los menos», así como el gasto que hace el propio festival a sus proveedores y empresas de Viveiro y el resto de la comarca. Una de las fuentes de información que tiene en cuenta el estudio son las encuestas que realizan en el propio recinto entre los asistentes cada día, señaló.
¿Por qué una edición tan grande? «Confiamos en el equipo que tenemos del festival, todos muy profesionales y también creíamos que era un paso que teníamos que acabar dando algún día. Este paso, si no lo dábamos este año lo hubiésemos dado el año que viene o dentro de dos años. Pero se nos puso de todo cara para crear este formato de festival, las negociaciones con las bandas coincidieron extrañamente bien, porque normalmente son más complicadas , y sumado al trabajo del equipo entero durante todo el año, dijimos, adelante».
Méndez incide en que evento «estuvo perfectamente controlado, incluso a nivel del pueblo ni hubo tráfico colapsado, ni colas exageradamente largas, ni nada...la logística creemos que fue perfecta. Por eso estamos muy contentos con el resultado».
La organización ha puesto en marcha ya el habitual sondeo entre sus miles de seguidores para saber qué se puede mejorar en la próxima edición del Resu. «Por mejorar, aún tenemos margen, podemos crear una ambientación con más decoración, más luz, más fuego. El cartel, con más fondo, con más estilos de música, e incluso se podría valorar de incluir un escenario nuevo para que haya cuatro escenarios; el Pandemonium también se puede ampliar, e incluso al recinto se le puede dar una vuelta de tuerca para aprovechar mejor los espacios», explicó el director del festival
Loureiro destaca el trabajo de todas las partes implicadas y en especial a los propios vecinos
«Este festival xa forma parte da nosa historia», dijo la alcaldesa de Viveiro, María Loureiro. La regidora tuvo palabras de agradecimiento por el trabajo realizado para todos los organismos implicados en la operación Resurrection, Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil, Policía Portuaria, servicios médicos, Axega, Cruz Roja. También destacó el esfuerzo del personal municipal, «en los días previos al festival, y en el día a día». E hizo especial hincapié en los vecinos: «Parte del éxito de la edición de este año del festival es de los vecinos, que soportan restricciones, cortes de tráfico y carencia de aparcamiento, especialmente los de Celeiro, a los que se les altera su rutina diaria. Si no pudiéramos hacer esto no habría festival».