Los gritos de King África hicieron que todo explotase y que su canción estuviera por todas partes
20 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Veintitrés años después del reinado veraniego de King África, muchos aún tienen pesadillas con aquel «¡booooomba!» con el que arranca el argentino la canción con la que arrasó en el año 2000. No había escapatoria. Sonaba por todas partes. Y en todas partes generaba el mismo estado de ánimo de euforia colectiva en el que la gente seguía las instrucciones que el cantante dictaba en la propia letra del tema.
Detrás de ello se encontraba el DJ y productor Alan Duffy, que ya había tenido éxito en temporadas anteriores con El camaleón o Mamá yo quiero. Pero ninguno de ellos había logrado algo similar a La bomba, el rotundo triunfador de aquel verano. Muestra una curiosa paradoja: el mismo motivo por el cual muchos la odian (esa enérgica voz chillona de su cantante) es el que la hizo irresistiblemente pegadiza. Escucharla y descubrirse a uno mismo soltando el «boooooomba» con pretensiones de hacerse el gracioso en la oficia era uno.
El tema en realidad no había sido compuesto por King África, sino que se trataba de una versión de la banda boliviana de pop-rock Azul Azul. Concebida como una canción con manual de instrucciones encerrada en sí misma, incitaba entre ritmos machacones y la repetición de la dichosa bomba al despendole. Que si «una mano en la cabeza», que si el «movimiento sexi», que si «suavecito para arriba», que si «empiezo a menear». ¿El resultado? La pérdida de la vergüenza, la hilaridad y la fiesta total.
Menos mal que entonces no existían móviles con cámara ni redes sociales. Algunos cuarentones podrían echarse las manos a la cabeza con lo hecho con esa pieza sonando de fondo. Eso sí, ojo, que en cualquier boda aparece, se lía otra vez y ahora no hay escapatoria.