Tenían que haber regresado el jueves a sus hogares tras cuatro días de visita cultural en Dublín, pero lo que para algunos de los 17 chavales de entre 12 y 15 años del CPI O Feal, de Narón, era su primer viaje lejos de la protección paterna está ya cobrando, en algunos momentos, tintes angustiosos. Aunque ni los padres ni los adolescentes ni el equipo directivo del colegio pierden la calma, crece ya la indignación contra la Embajada de España en Irlanda, que ha permanecido todo el fin de semana con sus puertas cerradas, y contra la Xunta, que se ha limitado a informar al centro a través de dos llamadas de que iba a ponerse en contacto con la embajada. «Es una vergüenza que la Consellería de Educación deje tirado al colegio en unas circunstancias como estas», criticó ayer Marta Otero, madre de Marco, un chaval de 13 años.
Los padres se reunieron ayer en el centro con la directora, María Dolores Vizoso, a la que agradecieron su implicación. De hecho, el colegio es el que está costeando desde el pasado viernes la estancia y el hotel de los chavales, que están acompañados por las dos docentes más jóvenes de O Feal. «No sabemos cómo agradecer el comportamiento de las profesoras, que están apoyando psicológicamente a nuestros hijos, manejando la situación como pueden y asumiendo más responsabilidad de la que les corresponde», aseguró otra madre, Eva Santalla, cuyo hijo, Miguel, está preocupado por si su cumpleaños, el próximo jueves, lo coge aún en Dublín.
Otros dos grupos de alumnos de colegios de Lugo y Sarria permanecen bloqueados en Londres sin que hasta ahora les ofrezcan una solución.