Muchos pubs del casco histórico tienen permiso para abrir hasta las 06.00 horas de la madrugada en fines de semana y vísperas de festivo porque tienen licencia como locales de café concierto y no de pub. La gran diferencia entre un permiso y otro es que el horario de cierre se retrasa una hora: el pub tiene como límite las 05.00 horas y el café concierto, una más.
El Diario Oficial de Galicia del 17 de junio de 2005 publicó un Catálogo de espectáculos públicos e actividades recreativas en el que se define a los pubs como «establecementos públicos fixos e independentes dedicados exclusivamente ao servizo de bebidas. Poden dispoñer de ambientación musical por medios técnicos, pero sen pista de baile». Poco después, se considera que los café teatro, concierto o cantante son «establecementos en que se desenvolven actividades de ocio consistentes en actuacións teatrais, de variedades ou musicais en directo, sen pista de baile para o público, podendo ou non dispor de escenario e camerinos nos cales se ofrece servizo de bebidas ou restauración. Está prohibido que nestes locais se celebren bailes».
En un principio (2004), la Xunta había considerado que la actividad de estos establecimientos estaba muy vinculada a la cafetería tradicional y a la restauración, por lo que tenían que cerrar antes de las 03.00 horas.
Un año después, se cambió la clasificación de este tipo de cafés y de los tablaos flamencos porque el entonces conselleiro de Xustiza, Interior e Administración Local, Jesús Palmou, consideró que son locales que «ofrecen actuacións en directo, ocio e entretemento e implican unha oferta cultural mediante a celebración de actuacións».
De esta manera, su actividad se unía más al ocio que a la restauración y se ampliaba en dos horas el cierre: 05.00 horas, con permiso para ampliar media hora los fines de semana y vísperas de festivo, y otros treinta minutos para desalojar el local por completo.
Actividad menos ruidosa
El hecho de tener un café concierto, según distintas fuentes, exige tener mayor insonorización que en un pub puesto que están pensados para que haya música en directo. Por otra parte, también obliga a disponer de un espacio en el que poder montar un escenario, que no tiene por qué ser fijo.
Por norma general, se considera que la actividad de un café concierto o teatro es, en principio, menos ruidosa que la de un pub tanto por lo que ocurre dentro del local como por la gente que entra y sale de continuo del mismo.