El patronato de Tor denuncia nuevas supuestas irregularidades

LEMOS

01 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El patronato de la Fundación Pazo de Tor anunció ayer en Monforte que acaba de presentar a la fiscalía diversas denuncias sobre supuestas nuevas irregularidades detectadas en la gestión del anterior patronato de la entidad, que se se suman a las ya denunciadas en tiempos recientes. El anterior gerente de la entidad, Francisco García-Bobadilla Prosper, ya rechazó estas acusaciones y asegura que la Diputación dispone de documentos que demuestran su falsedad. «Me están acusando de cosas de las que saben que no soy responsable y pienso emprender acciones judiciales si no hay una rectificación rápida», dice. A continuación se detallan las presuntas irregularidades denunciadas por el actual patronato.

El patronato dice que al aparecer en la sede de la fundación facturas de un viaje a África en el 2008 para tres personas por valor de 20.110 euros cargadas en una tarjeta de El Corte Inglés -del que ya se habló en su día- se pidió más información a esta empresa, la cual facilitó más facturas pagadas de otros viajes hechos entre agosto del 2006 y octubre del 2009, que suman en total 12.643,46 euros. Estas facturas son de varios viajes de Javier Castroviejo a Sevilla desde A Coruña y Santiago; un viaje de García-Bobadilla y Carlos Otero a Copenhague; varios viajes a Bolonia de la esposa y el hijo de García-Bobadilla y otra persona ajena al patronato, y otro viaje de García-Bobadilla a Guinea Ecuatorial en febrero del 2009, «pasados dous meses do seu cesamento como xerente». García-Bobadilla replica que su viaje a Guinea y los de su familia a Bolonia fueron pagados de su bolsillo y no a cargo de la cuenta de la fundación. Los desplazamientos de Castroviejo los considera normales, «porque este señor era un miembro del patronato residente en Sevilla y tenía que venir a Galicia para poder participar en sus actividades». En cuanto al viaje a Dinamarca, dice que su objetivo era gestionar la concesión de la categoría de «finca cinegética modélica» a Tor por parte de la Unión Europea.

Según el patronato, en una cuenta de deudas de una tarjeta Visa asignada a García-Bobadilla figura un total de 20.944,58 euros, lo que supone un gasto medio mensual de 1.745,30 euros. Dice por otro lado que en el libro diario figura un total de pagos de una Visa de telepeaje -asignada a la misma persona- por un total de 2.418,74 euros. El aludido no ve irregularidad en estas cifras y dice que reflejan los desplazamientos y otros gastos asociados a su actividad como gerente. «En la tarjeta Visa, además, no solo se cargaban mis gastos, sino también los del señor Castroviejo y otros miembros del patronato», agrega.

Dice también el patronato que el teléfono móvil adscrito a García-Bobadilla supuso durante el 2008 un coste total de 4.381 euros, con un gasto medio mensual de 402,62 euros. El ex gerente dice que este gasto se debe al uso frecuente de este aparato dentro de sus tareas de gerencia y al elevado coste de las tarifas telefónicas.

Los responsables del patronato también ven una presunta irregularidad en dos facturas de Paradores de España datadas en el 2008 que suman 549,97 euros y, según dicen, corresponden en su mayor parte a «gastos en cafetería-bar». Según García-Bobadilla, estos gastos se deben a las visitas de responsables de entidades análogas de otras comunidades y países con las que mantuvo relaciones el patronato.

El actual patronato dice que se verá obligado a pagar una multa de 900 euros impuesta por Medio Rural por caza ilegal en la propia finca de Tor. García-Bobadilla admite que hubo esa sanción, pero dice que fue recurrida y que está pendiente de una resolución. Según afirma, en la finca se realizó un cursillo práctico para enseñar a los cazadores a reconocer las trampas usadas por los furtivos y con este fin se colocaron algunas jaulas-trampa en el recinto, pero no se usaron realmente para cazar.

Por otro lado, el patronato tuvo que asumir dos multas de tráfico -por valor de 620 euros- impuestas a un automóvil de su titularidad «por non identificar ao condutor do vehículo». El antiguo gerente reconoce la existencia de tales sanciones, pero no las considera como una irregularidad. «¿Quién está libre de multas?», se pregunta. Sin embargo, niega que ese vehículo esté en paradero desconocido, como se ha afirmado desde la Diputación, y dice que está al cargo del secretario del antiguo patronato, quien ya comunicó esta circunstancia a la Comisaría de Monforte.