La fiesta que se celebra hoy y la creciente actividad de Hijos de Rivera en la fábrica sidrera de Os Acivros hacen de este municipio una referencia para el sector
19 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Ningún sitio mejor que Chantada para comprobar que la sidra gallega puede ser un negocio. Y este fin de semana es el mejor para verlo claro. Cientos de personas visitarán Chantada para disfrutar de la segunda edición de la Feira da Sidra, organizada por el Ayuntamiento en colaboración con Sidrería Galega, la filial con la que Estrella Galicia ha entrado en el sector de la sidra. La cervecera coruñesa ha decidido establecer en su fábrica del polígono de Os???????Acivros su centro de innovación, una actividad que ya está dando frutos y que en los próximos cinco años podría tirar de la plantilla de Sidrería Galega hasta triplicar su volumen actual.
Los fundadores chantadinos de Sidrería Galega sabían que la fabricación de sidra con manzana gallega era un negocio cierto y, entonces, desaprovechado. Hasta finales de los noventa, Galicia era simplemente el principal proveedor de manzana para las potencias sidreras del cantábrico, Asturias y el País Vasco. Pero sólo exportaba materia prima, no producía. La familia de Juan Méndez, los fundadores de la empresa, dio entrada en el accionariado a Hijos de Rivera en julio del 2001 y tres años después la empresa cervecera se hizo con el 100% de la firma chantadina.
En el 2000, Sidrería Galega facturó 230.000 euros, exclusivamente de sidra. En el 2004, empezó a diversificar la producción con mosto, sangría y tinto de verano. El balance del 2007 se cerró con dos millones de euros facturados. La plantilla del 2000 estaba formada por ocho personas y hoy son 21. «En plantilla tenemos a nueve mujeres, y dos de ellas en puestos directivos», recalca el responsable de la fábrica, Luis López Espiñeira, el interlocutor del Ayuntamiento durante la reciente polémica por el posible traslado de la fábrica a Monterroso. Unos meses después, la empresa sigue a la espera de que Ayuntamiento y Diputación empiecen a ampliar el polígono de Os Acivros. Las administraciones esperan que todo esté listo a final de año.
«De eso depende que podamos crecer», explica Espiñeira. Quieren construir una nueva nave de 13.000 metros cuadrados (la actual tiene 1.800). La necesitan, «para crecer más en los productos que ya hacemos, para comercializar nuevos productos que ya tenemos desarrollados y también y, sobre todo, para crear una estructura más fuerte de innovación, con un laboratorio en condiciones». Sus previsiones apuntan a que, con las nuevas instalaciones a pleno rendimiento, en aproximadamente cinco años Sidrería Galega podría necesitar una plantilla de sesenta trabajadores.
La sidra sigue siendo la actividad básica de la fábrica chantadina de la matriz de Estrella Galicia. La fabrican exclusivamente a base de manzanas cultivadas en Galicia. Entre sus cuatrocientos proveedores los hay de todas las clases, desde el que se presenta en la fábrica para venderles una bolsa de 25 kilos hasta los que reúnen un camión de cuatro toneladas. El año pasado, Sidrería Galega procesó dos millones y medio de manzanas, la cifra más alta desde su creación. Alrededor de 700.000 kilos proceden de la comarca de Chantada.
Mosto y crema de orujo
Pero junto a la sidra y sus derivados en forma de vinagre y licores se van asentando las otras producciones, las de mosto y tinto de verano, y más recientemente la de crema de orujo, que la empresa comercializará con la marca Quenza. Esas actividades y, sobre todo, la del centro de innovación están llamadas a ganar cada vez más protagonismo. De la fábrica de Chantada han salido ya los primeros resultados tangibles del departamento de innovación creado por Hijos de Rivera, la firma que engloba todas las actividades del grupo de Estrella Galicia.
Dentro de un mes y medio estará en el mercado el nuevo barril no retornable para sidra, sangría y tinto de verano, con treinta litros de capacidad y sólo uno de peso, diez menos que los metálicos que se pueden ver ahora en los bares. Sidrería Galega también empezará a distribuir en poco tiempo tinto de verano y sangría en lata, con un sistema de cierre novedoso, formado por una tapa de plástico rígida que permite transportar el envase con más comodidad y mejora la higiene.