El Sergas cita para el 2013 a una mujer con un volante preferente para atender un grave problema renal

Dolores Cela Castro
Dolores Cela LUGO/LA VOZ.

LUGO CIUDAD

18 jul 2010 . Actualizado a las 10:20 h.

Una joven de Ordes tendrá que esperar hasta el 16 de enero del 2013 para acudir a la consulta del urólogo para el que su médico de cabecera solicitó una consulta preferente. La cita se la dieron a Silvia Ríos en el centro de salud de Ordes el pasado 9 de junio para que acudiera dentro de tres años al Hospital Clínico de Santiago.

La historia de Silvia arranca con su ingreso durante dos días en el servicio de urgencias del complejo hospitalario compostelano, adonde llegó con fiebre muy alta y un fuerte dolor en la zona renal. Allí le realizaron un análisis de orina, que dio una serie de parámetros alterados. Le suministraron antibióticos y suero. La doctora que la atendió y le dio el alta, según la versión de la afectada, la emplazó a que acudiera a su médico de cabecera para que le hicieran pruebas para determinar a qué obedecía no solo el dolor agudo que la llevó a urgencias, sino también las numerosas infecciones de orina que padece.

Al día siguiente acudió a su médico en Ordes, que le facilitó el volante para que pidiera cita en el especialista. Cuando vio la fecha, el 16 de enero del año 2013, acudió a los servicios de atención al paciente a presentar una queja por la demora: «Se teño que esperar ao 2013 pódeseme pudrir antes o ril». «Na cita -apunta- póñenme o nome dun médico que é o que me ten que atender. En tres anos pode cambiar de hospital varias veces».

Ante este plazo tan largo cabía la posibilidad de presentar una reclamación, pero preguntada por los motivos por los que no la presentó, la joven asegura que cuando acudió a la ventanilla la cola era tan larga que supondría una espera de más de una hora. «Unha coñecida que traballa alí comentoume que era inútil que a presentara, que non ía valer para nada, que perdía o tempo, e marchei», explicó.

Antes de acudir al hospital de Santiago, Silvia ya había acudido a urgencias en Lugo, donde trabaja, porque tenía fiebre muy alta, dolor y sus ojos estaban muy amarillos. También tenía las piernas muy hinchadas. La solución que le dieron fueron unos calmantes, lo que le permitió viajar hasta Ordes. Pero al llegar notó de nuevo fuertes dolores, lo que la llevó a las urgencias del hospital de Santiago, donde permaneció dos días.