«El pañuelo gallego era un símbolo de sumisión»

J. Casanova

GALICIA

El antropólogo admite que hoy no queda nada del significado original de la pañoleta, a diferencia del «hiyab»

03 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Del Centro Superior de Investigaciones Científicas, a Luar. Imposible mejorar las referencias para presentar a uno de los más conocidos expertos en la etnografía y la antropología gallegas. Manuel Mandianes recuerda que o pano y el hiyab son primos hermanos, aunque hayan evolucionado de forma distinta.

-¿Se podría decir que en algún momento de nuestra historia la boina y o pano fueron los tocados típicamente gallegos?

-De la boina no, porque fue muy utilizada en todo el norte de España: en el País Vasco, incluso en Cataluña. Es verdad que en Galicia, donde le llamaban gorra, se utilizó mucho. Algunas se hacían en Francia y en la plaza Mayor de Madrid había una tienda muy afamada, aunque, claro, las muchas que se consumieron en Galicia no venían de allí.

-Y la pañoleta gallega, ¿tiene algo que ver con el «hiyab», por ejemplo? -El pañuelo gallego, o pano, como se llamaba, era un símbolo de sumisión. Tiene un origen religioso que ya se encuentra en la Biblia. En el caso del hiyab que llevan las mujeres árabes, supone también un símbolo de sumisión al hombre. Y aquí no solo se utilizaba el pañuelo, sino también el velo para ir a la iglesia, donde las mujeres debían ir cubiertas y los hombres descubiertos. -Así que, al menos en su origen, ambas prendas no se diferencian tanto.

-El pañuelo, como una forma de cubrirse, supone una reverencia ante lo sagrado, ante el misterio. Y el Corán es la puesta en árabe del Pentateuco. Aún hoy en la Galicia rural se pueden ver mujeres con el pañuelo puesto, anudado bajo el mentón. -Tal vez la tardía transformación social que ha sufrido Galicia ha hecho pervivir durante más tiempo algunas costumbres. -Puede ser, sí. Es algo que se puede considerar como hipótesis, aunque no como tesis. Las propias mujeres que regresaban de la emigración, y que fueron abandonando esas costumbres en Europa, contribuyeron al desuso del pano en Galicia.

-La mayoría de las mujeres que lo siguen usando lo vinculan al luto. -Sí. Hasta no hace tanto tiempo aún se veían, incluso en Barcelona, algunas señoras, seguramente visitando a sus hijos, con el pañuelo negro en la cabeza. Muchísimas mujeres se lo pusieron en su primer luto y ya no se lo volvieron a quitar, sobre todo si enviudaban. Había, sin embargo, distintos motivos y colores que, partiendo del luto negro y riguroso, iban cambiando hacia el semiluto, el alivio, etcétera. -¿Qué significación conserva aún o pano? -El pañuelo occidental, ninguna. Ha perdido por completo su significado. En el mundo árabe es distinto y responde a una sumisión hacia el hombre. En nuestra cultura, nuestros códigos impiden ir con la cara cubierta, que no es el caso del hiyab . Así que yo, con respecto a este debate, doy importancia a mantener la cara descubierta. -¿Y qué le parecen esas gorras de visera que se han ido extendiendo por todo el país?

-Cambió el objeto pero es la misma función. En mi casa hay boinas y gorras. En invierno es una prenda muy útil. Sobre todo para los calvos, ja, ja.