La policía destapa una red dedicada a estafar a inmigrantes sin papeles

GALICIA

Los arrestados, vecinos de O Carballiño, podrían haber timado más de 60.000 euros a 200 víctimas

14 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Buscaron víctimas especialmente desprotegidas y creyeron que nunca serían denunciados. Pese a ello, fue la denuncia de un inmigrante ilegal la que puso en marcha hace unos meses una operación desarrollada conjuntamente por agentes policiales de Ourense y Vigo que se ha saldado con la detención de tres personas que, según se cree, podrían haber estafado a 200 personas y haber conseguido gracias a ello más de 60.000 euros.

Se trataba de un timo relativamente sencillo que comenzó a investigarse en diciembre del año pasado en la comisaría de Vigo, en la que se recibieron varias denuncias de ciudadanos de origen senegalés que aseguraban haber sido engañados por personas que les prometieron que gestionarían sus permisos de residencia.

A través de sus declaraciones y de las investigaciones efectuadas estos meses, que se extendieron a Ourense al conocerse que la red estaba asentada en la localidad de O Carballiño, se pudo saber que se trataba de una banda que captaba a sus clientes a través de anuncios que colocaban en las páginas de los periódicos e incluso en Internet. En ellos, una mujer que se hacía pasar por abogada titulada y colegiada ofrecía asesoramiento a los extranjeros sin residencia, a los que prometía ayuda en las gestiones para conseguir regularizar su situación.

En el anuncio se incluía un número de teléfono al que se dirigían los clientes. Cuando llamaban, los integrantes de la banda, dos hombres y una mujer, acordaban con ellos una primera cita que tenía como punto de partida la estación de autobuses de O Carballiño. Desde allí las víctimas debían trasladarse al piso en el que tenía su despacho la falsa abogada.

La primera cita, 40 euros

Por los primeros consejos cada inmigrante debía pagar 40 euros, aunque ese no era el único pago que debían afrontar, ya que con posterioridad se les ofrecía un contrato de trabajo por el que también debían pagar, en este caso entre 150 y 200 euros, según fuentes policiales.

Eso sí, el engaño estaba perfectamente urdido, tanto que, para dar apariencia de legalidad a las ofertas de trabajo, los detenidos crearon empresas ficticias. Se trataba de firmas que estaban registradas con nombre y razón social pero que, en realidad, no tenían actividad alguna e incluso tenían fijada su sede en los domicilios de los dos hombres detenidos.

Lo que ocurría después era que la mayor parte de los permisos de residencia que los inmigrantes rellenaban terminaban en la papelera del despacho de la falsa letrada. Consta que algunos de ellos llegaron a solicitarse oficialmente, si bien nunca se aprobaron porque los candidatos no cumplían los requisitos necesarios.

Los presuntos estafadores, María Teresa L.?R., de 34 años; José Alfredo G.?S., de 48; y Juan Ramón G.?S., de 52, fueron arrestados la semana pasada en O Carballiño, quedando después en libertad con cargos.