Nueve terremotos de bajas magnitudes sacudieron de nuevo la montaña lucense

La Voz

LUGO CIUDAD

Algunos vecinos notaron los temblores, localizados en Becerreá y Triacastela

04 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Una serie de nueve pequeños terremotos, los más fuertes de magnitud 2,6 y 2,8 en la escala Richter, según constataron los sismógrafos del Instituto Geográfico Nacional, sacudieron la montaña lucense en la mañana del viernes. Las personas que notaron los temblores los sitúan entre las ocho y las ocho y cuarto de la mañana. Todos ellos tuvieron como epicentro los concellos de Becerreá y Triacastela, que es la zona del noroeste peninsular que mayor actividad sísmica registra. Concentra el 71%, según algunos estudios.

El temblor de magnitud 2,6 de la mañana del viernes se registró a una profundidad de 15 kilómetros, y el segundo a 11 kilómetros de la capa terrestre. Pese a que los terremotos fueron de baja magnitud, numerosas personas notaron lo que estaba pasando. En Doncos (As Nogais), los tres miembros de una misma familia notaron cómo se movía ligeramente la casa. Sin embargo, los temblores no alteraron para nada la actividad.

A una buena parte de los vecinos los terremotos los sorprendieron todavía en la cama. Sin embargo, después de las numerosas sacudidas de los últimos años -el de mayor magnitud el 22 de mayo de 1997, con 5,1- los habitantes de la zona parece que ya se acostumbraron a ellos.

Técnicos del Instituto Geográfico Nacional ya advirtieron en el año 1997 que los habitantes de esta zona iban a tener que habituarse a este tipo de incidencias sísmicas. La razón continúa siendo el reajuste de la falla que entra por Viveiro y pasa por Triacastela, Sarria y Becerreá, que almacena tensión y produce terremotos cuando la libera.