Europa ensaya en Vigo su lucha contra la contaminación marina

GALICIA

El proyecto Drifter realizó un simulacro en la ría para estudiar cómo mejorar las técnicas de seguimiento de los diferentes vertidos para actuar contra ellos

12 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Tres países, un proyecto y un campo de pruebas. España, Portugal y Francia trabajan en sus técnicas para luchar contra la contaminación marina y hacen realidad estos experimentos en la ría de Vigo. La preocupación de la costa atlántica por el estado de su océano lleva nombre: Drifter, un estudio de dos años en el que trabajan investigadores locales. El gran objetivo es averiguar el comportamiento de los vertidos y así tener los datos que permitan luchar con mayor eficacia contra ellos.

La práctica realizada ayer contó con técnicos de la Universidade de Vigo, MeteoGalicia, Instituto Superior de Portugal, Cedre y Cetmar, todos ellos coordinados por Intecmar. Además, también acudieron como observadores personal de Sasemar, de Repsol e investigadores de Estonia, que participa en otro proyecto con el personal gallego. Todos ellos contaban con el apoyo del servicio de guardacostas, que puso a disposición del ejercicio tres embarcaciones y el helicóptero Pesca 1 .

Manchas verdes

«La mayor parte de las prácticas se hicieron en la ría viguesa y alguna en la de Arousa, pero intentamos no variar para que no cambien los parámetros», recordó la jefa de unidad de documentación y apoyo científico, Garbiñe Ayensa. Ella y su equipo se encargaron del seguimiento de las boyas «inteligentes», y sus compañeros franceses, del uso de colorantes para localizar vertidos que fueran transparentes.

Aunque parezca sencillo, lo cierto es que nada más lejos. Cinco horas de sesión matutina demostraron la cantidad de cifras y variables que se encuentran detrás de una predicción. En el caso del tintado de las manchas, los investigadores galos utilizaron los productos para dejar un rastro verde sobre las aguas y recoger muestras que luego se llevarán al Cedre para analizar y comparar los resultados obtenidos. Ver colores extraños sobre el agua no es raro para ellos, puesto que en algunas de las prácticas utilizan naranjas o palomitas de maíz a modo de supuesto vertido.

Boyas

En el caso de los trabajos vinculados a las boyas, la sesión continúa hasta hoy. Los elementos quedaron a la deriva toda la noche, pero con los deberes puestos. Su cometido es informar de la posición del vertido, datos útiles para el seguimiento de estos productos contaminantes cuando la visibilidad es escasa, como de noche o con niebla. De este modo se puede estudiar la influencia de los materiales o las condiciones climatológicas en los movimientos. Y claro, si se sabe hacia dónde va el problema, se puede actuar mejor. Esto supondría, por ejemplo, asesorar al gabinete de crisis para focalizar los medios en el punto hacia el que se dirigen los restos.

Los resultados de todos estos estudios verán la luz el próximo octubre, cuando finalicen los dos años del proyecto Drifter.