El Teatro Principal de Tui duerme el sueño de los justos

GALICIA

El inmueble, de 1844 y que corre riesgo de derrumbe, espera por un plan de rehabilitación redactado hace cinco lustros

11 mar 2010 . Actualizado a las 11:41 h.

«Surge et ambula». La sede de los primeros juegos florales en gallego, en la que Murguía lanzó la consigna «Érguete e camiña», agoniza en Tui. La Real Academia reconstruyó hace cuatro años los actos de aquella exaltación inédita del idioma que en 1891 forjaron el nacionalismo en el Teatro Principal de Tui. Pero el emblemático escenario, con más de un siglo de frenética actividad a sus espaldas y que ha sobrevivido al olvido y abandono al que fue relegado hace casi cuatro décadas, «ha entrado en estado crítico».

La Fundación Teatro Principal lo salvó de una primera amenaza de derribo, logrando, por suscripción popular, los 180.303 euros con los que se cerró su compra en el 2003. La misma fórmula con la que otro grupo de tudenses consiguieron que en 1844 se levantara por primera vez el telón de su coliseo.

Desde hace más de diez años se han sucedido decálogos de buenas intenciones por parte de las Administraciones, pero el tiempo marca ritmos distintos. El Teatro Principal de Tui es el cuarto espacio escénico «a la italiana» por antigüedad de Galicia. La alarma saltaba ya hace dos años, cuando se cayó un tercio de la cubierta. La espera, a cielo abierto, de un salvoconducto le ha costado un deterioro progresivo que no admite demoras, según confirman sus propios propietarios.

BIC a título particular

Hace un año, cuando su estado era ya comprometido, la fundación remitió a Cultura la documentación necesaria para que sea declarado bien de interés cultural a título particular. En la actualidad comparte la catalogación genérica del conjunto histórico de Tui, donde está enclavado, pero la fórmula es el pasaporte para poder ejecutar el proyecto de rehabilitación que, redactado por César Portela, duerme el sueño de los justos desde hace veinticinco años. El veredicto de la Xunta podría producirse en cuestión de días, según asegura el presidente de la fundación, Antonio Quiroga. Esta distinción lo catapultaría a su recuperación, ya que lo vincula a su posible inclusión en el programa del uno por ciento cultural, el colchón económico con el que la fundación podría hacer frente a los dos millones de euros en los que se calcula su rehabilitación.

Antonio Quiroga alerta de que «la recuperación no admite demora y hay que hacer una intervención in extremis para frenar el potencial riesgo de desplome de parte de la fachada». «Las humedades hacen que los apoyos de la estructura de madera de los muros puedan fallar y que se produzca algún derrumbe», explica. Esta parece ser la última oportunidad para el edificio, que hace 15 años había sido incluido en el plan nacional de restauración de teatros. El único que quedó fuera, por ser privado. El único de los cuatro «a la italiana» más antiguos que aún no ha sido rehabilitado. Y el único a punto desplomarse.