Traballo fuerza una nueva reunión entre sindicatos y patronal de centros deportivos

H. J. P. / E. M. / N. D. A.

GALICIA

La consellería denuncia que el día que los trabajadores ocuparon el despacho de Martiñá faltaron documentos

25 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Consellería de Traballo forzó ayer una nueva reunión entre los representantes de la patronal de instalaciones deportivas públicas concesionadas (Axidega) y los sindicatos, en la que se tratará de hallar una salida negociada al conflicto que vive el sector, y que hoy cumple 25 días de huelga sin que se intuya una solución. El encuentro celebrado ayer entre el director xeral de Relacións Laborais, Odilo Martiñá, el presidente del Consello de Relacións Laborais, Demetrio Fernández, y miembros de Axidega hizo posible la cita, mañana en Santiago, a la que asistirán los responsables de las federaciones de servicios de CIG, UGT y CC.?OO.

En una respuesta parlamentaria, la conselleira Belén Mato destacó que su departamento había reforzado «ao máximo nivel» la labor de mediación en este conflicto. Mato quiso dejar claro que la Xunta «está a instar ás partes a retomar as negociacións, pero ten a obriga de respectar sempre os tempos marcados polas mesmas e o lexítimo exercicio do dereito de folga».

Por otro lado, lamentó la actitud de los 30 trabajadores que el pasado viernes se encerraron en el despacho del director xeral de Relacións Laborais. Así, denunció, «non só houbo danos nas instalacións, senón que se detectou a sustracción de documentación do ordenador do responsable do departamento».

Mientras, los trabajadores de A Coruña y su área de influencia volvieron a protestar ayer encerrándose en la oficina principal de Banesto, en los Cantones. Adolfo Naya (CIG) trató de mantener una reunión con el director, pero «dixeron que non estaba». No desistieron, y enseguida llegaron dos furgones con antidisturbios de la Policía Nacional. Una hora después de iniciado el encierro dejaron las dependencias. Intentaron entonces acceder a la sede central del Banco Pastor, pero los vigilantes de seguridad ya habían tomado medidas para evitarlo. Lo mismo ocurrió en la Fundación Barrié.

También en Pontevedra, una treintena de monitores ocuparon la oficina principal del Banco Pastor en la ciudad. Los piquetes advirtieron de que era «unha protesta tranquila», tanto que, a pesar del encierro, el trabajo de oficina siguió desarrollándose sin altercados.

Tanto Banesto como el Banco Pastor poseen acciones en empresas concesionarias de instalaciones deportivas públicas.