Los autores del doble crimen de Betanzos mataron a sus víctimas tras discutir por un coche

EFE / Redacción digital

GALICIA

El juez los ha enviado a prisión tras procesarlos por asesinato y homicidio. Según el auto, mataron primero al hombre y, horas más tarde, a la mujer.

11 sep 2008 . Actualizado a las 21:57 h.

Los dos sospechosos del doble crimen de Ferrol, Manuel Antonio Prado Riveiro, de 32 años, y Adriana Amenedo Carreira, de 26 años, han ingresado en prisión acusados de matar a la pareja tras una discusión por la propiedad de una furgoneta, en la que luego fueron detenidos, según el auto de procesamiento.

Prado Riveiro tuvo una discusión el pasado 5 de septiembre con José Manuel Gómez Rodrigo sobre un vehículo y, a continuación, lo mató a golpes de martillo y cuchilladas, y posteriormente hizo lo mismo con la novia de este, Claudia Alejandra Castelo Castro, señala el documento.

Los dos detenidos, que han sido trasladados a prisión en espera de juicio, se encargaron posteriormente de trocear los cadáveres, de limpiar la vivienda y de transportar los restos mortales hasta una zona de las afueras de Ferrol, donde los abandonaron, añade el auto.

El documento precisa que la discusión tuvo lugar hacia las 14.15 horas del pasado viernes en el domicilio de Gómez Rodrigo en la localidad coruñesa de Betanzos entre éste y Prado Riveiro, este último condenado anteriormente por acuchillar y matar, en 1999, a un taxista de Santiago de Compostela, por lo que cumplió una pena de nueve años de prisión.

El auto señala que Prado Riveiro «reconoció» el crimen tanto en su declaración policial como judicial, y apunta que podría ser condenado a una pena de hasta quince o veinte años de prisión.

Por su parte, la novia de este, Amenedo Carreira, ha sido procesada por complicidad, al haber llevado a cabo «labores de vigilancia» de la mujer Castelo Castro.

Según el auto, Prado Riveiro, después de llegar al domicilio de las víctimas «aprovechando la relación de amistad» con Gómez Rodrigo, discutió con él por un vehículo.

Después de que Castelo Castro marchara a su trabajo, cuando se quedaron solos los dos hombres, Prado Riveiro «cogió un martillo y golpeó varias veces -a Gómez Rodrigo- en la cabeza y luego, con un cuchillo, le asestó diversas cuchilladas, hasta conseguir darle muerte».

Primero mataron al hombre

Apunta que después encomendó a su novia que vigilara a Castelo Castro «decididos ambos a poner fin a su vida».

En ese sentido, apunta que Prado Riveira esperó a que regresara al domicilio y «cuando la víctima entró, se encontró la vivienda prácticamente a oscuras», de manera que aprovechó para agredirla «primero con un martillo, propinándole varios golpes en la cabeza y luego, varias cuchilladas hasta matarla».

Luego, el fin de semana la pareja procedió a «diversos limpiezas de la vivienda» y ambos «prepararon los cuerpos para su transporte y ocultación», de manera que «cortaron las piernas de los cadáveres» y «los transportaron en tres trozos», para luego llevarlos hasta el lugar de A Bailadora, carretera de Bustelo, en las proximidades de Ferrol.

Los cuerpos fueron hallados el pasado lunes por un vecino de la zona que paseaba por las inmediaciones de una cantera próxima a Covas, una parroquia costera a pocos kilómetros del centro de Ferrol.

Ambos cuerpos estaban descuartizados y diseminados por una zona escarpada de cantera y vegetación y repartidos entre un bidón, una maleta y envoltorios plásticos.

La pareja fue interceptada hacia las 07.00 horas del martes por la Guardia Civil en un control de carretera en la localidad lucense de Ribadeo con un bebé a bordo de la furgoneta objeto de la discusión.

Inicialmente, Prado Riveiro huyó a pie y abandonó a su pareja, que fue detenida, pero él fue arrestado cinco horas después en la localidad de Vilanova de Lourenzá, cuando intentaba escapar en un taxi.

El sumario del crimen, que fue instruido por el Juzgado número 3 de Ferrol, ha sido traspasado al Juzgado número uno de Betanzos, lugar donde se cometió el delito.

En su comparecencia ante el Juzgado, antes de ser trasladado a prisión, la mujer entró tapada pero el acusado penetró a cara descubierta y pidió bebida azucaradas.