Alertan del deterioro de urgencias por la fuga de médicos a otras áreas

Alberto Magro

GALICIA

23 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las urgencias del hospital de Ourense perderán en unos días a cinco de sus profesionales. Se marcharán en busca de las oportunidades de desarrollo profesional que les niega la medicina de emergencias, la única especialidad médica sin reconocimiento oficial. El problema de Ourense se repite en el Xeral de Vigo. Y también en Lugo y Pontevedra. Lo denuncian los propios doctores de urgencias de los hospitales, que mientras luchan por la creación de la especialidad alertan del efecto negativo de la fuga de médicos en la atención de emergencias.

«Nos estamos quedando sin médicos de urgencias. Los jóvenes buscan otras salidas. Al ver que no se crea la especialidad se forman en otras ramas, y nos quedamos los de más de 50, que tenemos exención de noche. La consecuencia es que el Sergas está buscando hasta debajo de las piedras doctores para hacer urgencias, y lo que está encontrando son médicos de entre 45 y 50 años sin formación específica, salidos de mutuas o sin especialidad. El resultado es el deterioro de la atención», advierte el presidente de la Sociedad Gallega de Medicina de Emergencias, Francisco Aramburu.

Sus palabras se repiten en hospitales como el de Pontevedra, en el que señalan que las mejoras de las condiciones laborales en urgencias aprobadas por el Sergas a finales del 2007 han frenado la fuga de doctores, pero no lo suficiente. «Seguimos sin tener la opción de crecer profesionalmente, porque no tenemos especialidad. Y hasta que el Ministerio de Sanidad no lo arregle, la estabilidad para nosotros no existirá», apuntaba ayer un doctor pontevedrés con más de diez años de guardias.

En ese tiempo ha visto cómo la presión asistencial se disparaba hasta superar en Galicia el millón de urgencias anuales. «Esto tiende a infinito. Cada vez tenemos más pacientes. Y somos casis los mismos que hace veinte años», reflexionaba a su vez un doctor del Hospital Xeral vigués, que cree que además de plantilla hace falta espacio. «Hay días que no somos capaces de sacar adelante el trabajo porque no se encuentran camas para ingresar a los pacientes, y no tenemos dónde atender», incide.

Mejor que nunca

En el Sergas asumen los problemas, pero recuerdan que la situación de urgencias ha mejorado sustancialmente en los últimos meses. Lo explica el director xeral de Asistencia Sanitaria del Sergas, Julio Villar, que ofrece un diagnóstico muy distinto al de los médicos de urgencias. Para empezar, afirma que la inexistencia de la especialidad no limita tanto la captación de médicos como la propia escasez de doctores en todas las ramas. «Hemos incrementado en 45-50 médicos los servicios de urgencias hospitalarias. Aunque está claro que lograr profesionales es muy complicado en un entorno en el que no hay paro médico», apunta Villar.

3.700 urgencias por doctor

Pese a todo, el director xeral considera que, lejos de deteriorarse, la calidad de la atención en urgencias crece. «Ahora tenemos unos 300 doctores en las urgencias hospitalarias -calcula Julio Villar-. Las plantillas tienen la dimensión adecuada». Pero incluso así la carga de trabajo es grande: tomando como referencia los datos del propio Sergas, cada doctor de urgencias se hace cargo al año de casi 3.700 pacientes. Y de ahí la asfixia.

De ahí y de la falta de una organización más ágil, como apunta el propio director xeral de Asistencia Sanitaria. «En Galicia tenemos unas buenas urgencias, aunque podemos mejorar: estamos creando una organización más ágil y rápida, con zonas que permitan tener a los pacientes en observación con mayor confort». Será el fin de los goteros en los pasillos de los centros hospitalarios.