El síndrome del nieto del represaliado

Francisco Varela

FERROL

La tercera generación de los perseguidos por Franco reivindica a sus abuelos o los anima a escribir su historia: un libro recuerda su tragedia en la posguerra en Ferrol

22 jun 2009 . Actualizado a las 12:06 h.

A Fernando Rodríguez se le conoce mucho en Ferrol porque fue conductor de autocares de Iasa, pero es también un niño de la guerra . Se trata de aquellos miles de niños que durante la Guerra Civil, el Gobierno republicano puso a salvo en varios países europeos y la URSS cuando cayó el frente norte. Parte de su historia y la de su hermana Charo aparece en el nuevo libro de la colección Retallos da Memoria II, que coordinó el historiador Enrique Barrera para Memoria Histórica Democrática. También la de Amadeo Varela (autor de un libro sobre el Racing) sobre su vida de pequeño en una familia republicana perseguida. El volumen fue presentado en Sargadelos en un emotivo acto que se convirtió en una terapia de grupo por la eclosión de recuerdos, lágrimas y un pasado que, ahora, los nietos quieren sacar a la luz. Porque los principales animadores para que esta parte de la historia ferrolana no se olvide son la tercera generación. Mar Sobrín, profesora de historia en el Instituto Carballo Calero de Caranza y nieta de un republicano de Bembibre, recoge en este volumen parte de lo ocurrido en esta localidad leonesa que en los primeros momentos del golpe de Estado de Franco pasó de manos de los alzados a las de los republicanos para más tarde ser recuperada por los fascistas, con las consecuencias evidentes.

Comentó que le dio trabajo convencer a sus tías abuelas para que le contasen sus recuerdos «y una de ellas -añade- me dijo que cuando se publicase se iban a reir de ellas». Es la consecuencia de la larga dictadura que anuló hasta la dignidad de los vencidos. Ángel Garmendia, otro buen ejemplo de nieto de represaliado y que intervino luego en el acto, reinvindicó la figura de su abuelo, dueño de la entrañable Casa Díaz, una figón del Esteiro histórico, a quien torturaron y encarcelaron porque daba apoyo a la primera célula comunista creada en los años 40. Ángel expresó la alegría de quien se siente descendiente de un gran hombre, que luchó porque España recuperase las libertades. Manuel Agustín Fernández Pita, presidente de Memoria Histórica, explicó su sorpresa por el éxito que tienen estas publicaciones de la asociación. Un regreso a las historias reales de la posguerra anónimas hasta ahora que se contaban en voz baja sobre familiares desaparecidos o asesinados en los montes. Todavía surgen actualmente tachas legales para recuperar sus restos, su historia y su honor.