El secretario comarcal de la CIG debe indemnizar al encargado de una obra al que obligó a parar el tajo

La Voz

FERROL

15 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El secretario comarcal de la CIG, Xesús Anxo López Pintos, ha sido condenado a una multa de 20 días a razón de seis euros diarios y a indemnizar al encargado de una obra de Mugardos en 600 euros por haberlo insultado y coaccionado durante un conflicto laboral.

La sentencia, del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 3 de Ferrol, ya comunicada al Ministerio Fiscal, lo considera autor de una falta de coacciones (coartar la libertad de los demás). Según el relato de hechos que hace el juez, sobre las nueve de la mañana del 14 de marzo del 2007, cuando el encargado Jesús Álvarez Noya se encontraba en la obra mugardesa que ejecuta O. Y. C. Compostela, S. L. en la zona del Cristo, llegó Pintos en unión de otras veinte personas que pretendían hacer presión para que se pagasen los salarios atrasados a un grupo de trabajadores portugueses cuyo subcontratista había desaparecido.

Insultos

Según el fallo, el dirigente sindical llamó «negrero» y «pelota» al mando intermedio. Al mismo tiempo, las personas que acompañaban a Pintos procedieron a desenchufar la grúa y arrojaron pieras grandes en los morteros de cemento que se preparaban. Pintos negó durante el juicio esta versión.

El juez considera más cierta la versión del encargado, corroborada por otros trabajadores de la empresa. Según la sentencia, los trabajadores de la compañía compostelana no se pusieron en huelga de manera voluntaria. Así las cosas, el juez estima que las imputaciones que se vertieron en contra de Pintos «no fueron inventadas» como lo prueba, añade, el atestado de la Guardia Civil cuyos agentes comprobaron que el dirigente sindical y sus acompañantes se encontraba en el interior de la obra «impidiendo la continuación de los trabajos».

Recurrirá

Pintos ha anunciado que recurrirá la sentencia por entender que el sindicato «fixo o que tiña que facer» ante un problema que consideraba grave. «Eran catro traballadores negros procedentes de Angola y un compañeiro máis branco», añade el sindicalista. Insistió en que «faría outra vez o que fixen en Mugardos se encontro unha situación como a de esos compañeiros», dijo también. «A función do sindicato é loitar contra estos casos de explotación impropios de este tempo», concluye.