En la sede central del BNG no se conjugó ayer en público el verbo dimitir, como sí ocurrió en la rúa socialista de O Pino. El futuro del BNG y los tempos de actuación los marcará la organización nacionalista, que convocará en fechas próximas un consello nacional, y reunirá a las asambleas comarcales, para determinar «que é o que temos que facer e con quen temos que facelo», según anotó su portavoz nacional. Anxo Quintana, por el momento, sigue.
Los nacionalistas tienen que celebrar su asamblea ordinaria en diciembre, pero no resultaría extraño un adelanto del cónclave ante el revés electoral, que les obliga a corregir posiciones en el mapa estratégico para afrontar una nueva travesía, esta vez de oposición.
Quintana reconoció que los resultados electorales del Bloque son «malos sen paliativos», y se remitió a un proceso orgánico, después de puntualizar a los periodistas que no iba a anunciar noticias concretas sobre su persona. «O BNG ten que decidir no seu momento quen ten que facer as cousas», reiteró el candidato, apoyado por toda la ejecutiva nacionalista puesta en pie, mientras ofrecía una rueda de prensa multitudinaria. A la reunión no asistió Xosé Manuel Beiras.
Cuando se le preguntó por su futuro inmediato, el líder nacionalista fue escueto: «Eu, como portavoz nacional, estarei suxeito a esta reflexión, porque sempre entendín a política como aportación a un proceso concreto».
Reorientación de objetivos
Mientras abren el período de reflexión, los nacionalistas se preparan ya para una «reorientación de obxectivos políticos», porque «o BNG vai estar na oposición, non no Goberno, e para eso iremos pensando nas persoas» adecuadas, puntualizó el portavoz del Bloque.
Quintana consideró «inxusta» la derrota, pero dijo «acatar» la opinión de los ciudadanos, «como non podería ser doutra maneira, porque así é a democracia». A modo de autocrítica, el portavoz nacional sostuvo: «Non fumos capaces de transmitir a laboura de Goberno, porque a xente non a asociou cunha mellora do seu benestar».
El político nacionalista reconoció como algo «evidente» que el PP conserva en Galicia una amplia estructura política, y atribuyó a la crisis económica la decantación del electorado por el partido de Feijoo. «A crise favoreceu a proposta de cambio máis que a serea e reflexiva traslación dunha actividade de Goberno», arguyó el portavoz nacional del Bloque. Con todo, los nacionalistas aseguran que no permanecerán impasibles en esta legislatura ante la suerte que puedan correr los ciudadanos en momentos de crisis.