La llamada de rey Juan Carlos a Mohammed VI no consigue rebajar la tensión en la frontera

Dpa

ESPAÑA

Un gurpo de activistas marroquíes impidieron hoy la entrada de pescado y fruta a la ciudad autónoma de Melilla.

12 ago 2010 . Actualizado a las 22:21 h.

La llamada telefónica que el rey Juan Carlos de España hizo el miércoles a Mohammed VI no ha logrado rebajar la tensión en la frontera hispano-marroquí de Melilla: activistas marroquíes impidieron este jueves la entrada de pescado y fruta a la ciudad autónoma española situada en el norte de África.

Los activistas amenazan con extender el boicot a los materiales de construcción el próximo lunes. El bloqueo comenzó hacia las 6 de la mañana de hoy. Cerca de ocho horas más tarde se restableció el suministro de fruta y verdura, aunque no el de pescado, según fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla.

La situación en la frontera es tensa en las últimas semanas, en las que el gobierno de Marruecos ha emitido cinco comunicados acusando a la policía española de agredir allí por motivos racistas a ciudadanos marroquíes y a la Guardia Civil de haber abandonado a ocho inmigrantes subsaharianos en mal estado de salud en las costas marroquíes. España niega las acusaciones.

Además, ha habido protestas ante edificios españoles en Marruecos como la embajada, dos consulados y el Instituto Cervantes. El jueves comenzó el boicot a la salida de alimentos hacia Melilla, donde se venden en varios mercados. Éstos amanecieron hoy desbastecidos de pescado, fruta y verdura. Y muchos puestos, principalmente las pescaderías, optaron por echar el cierre al no tener nada que vender.

El boicot al paso de mercancías lo promueven la Coordinadora de la Sociedad Civil en el Norte de Marruecos (CSCNM) y el Comité Nacional de la Liberación de Ceuta y Melilla (CNLCM). Tienen como objetivo reivindicar la «marroquinidad» de las dos ciudades autónomas españolas en el norte de África y protestar por los supuestos ataques racistas de la policía española a ciudadanos marroquíes.

El rey Juan Carlos llamó el miércoles al monarca marroquí, en un intento por rebajar tensión, y los dos coincidieron en que los «malentendidos o pequeños problemas» que haya entre los dos países no deben «perturbar el excelente clima» en sus relaciones, según la Casa del Rey.

«Para España es importante que existan unas buenas relaciones y que éstas se mantengan», dijo hoy el vicepresidente tercero del Ejecutivo español, Manuel Chaves, quien dijo confiar en que los incidentes fronterizos no interfieran en ellas.

Entretanto, las tensiones con Marruecos son en España causa de enfrentamiento entre el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el opositor Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, del partido conservador, acusó al Ejecutivo socialista de «falta de contundencia» frente al gobierno marroquí.

«El gobierno sabe lo que tiene que hacer en Marruecos», le contestó Chaves, quien además le instó a no utilizar «políticamente» la relación con el país norteafricano.