Europa combate el déficit penalizando el consumo y subiendo impuestos indirectos

Juan Oliver BRUSELAS/LA VOZ.

ECONOMÍA

Nueve países han subido el IVA, y diecinueve los gravámenes sobre el alcohol, el tabaco y las gasolinas

04 jul 2010 . Actualizado a las 02:59 h.

Los europeos viven en una de las zonas del mundo con mayor presión fiscal, con la idea de que su modelo es justo y equitativo porque reparte las cargas entre ciudadanos y empresas en función de la capacidad de cada uno para contribuir al sistema. Sin embargo, el mito tiene una cara B: la recaudación depende cada vez más de las tasas sobre el consumo, que no tienen en cuenta los ingresos ni las necesidades de las familias y sociedades a las que gravan.

Así lo asegura el informe Tendencias impositivas en la UE, que la Comisión Europea publicó la semana pasada en pleno debate sobre la subida del IVA en España, y que analiza las estrategias fiscales nacionales para combatir la crisis. «Un examen preliminar de las medidas parece apuntar a una continuación de la tendencia reciente hacia una mayor ?dependencia de los impuestos sobre el consumo, y no del trabajo o sobre el capital», asegura el estudio.

Según la Oficina Estadística de la Comisión Europea (Eurostat), entre el 2000 y el 2008 los porcentajes recaudados sobre la base imponible de las rentas del trabajo y el capital cayeron en 1,6 y en un punto, respectivamente, mientras la tasa sobre el consumo crecía más de medio punto. Además, el informe también muestra que, al menos hasta ahora, no ha habido una estrategia fiscal coordinada. La mayoría de países suben impuestos indirectos para tener más ingresos y combatir el déficit, aunque otros los bajan para alentar el consumo y el crecimiento. Desde el 2000, nueve han subido el IVA, una cifra que se eleva doce si se mide esa evolución desde el año 2000 (el tipo medio ha crecido un punto en el último decenio). Diecinueve socios han subido también los impuestos sobre el tabaco, el alcohol y las gasolinas.

España

El informe de la Comisión se basa en datos del 2009 y no ha tenido en cuenta la subida del IVA. Pero indica que la presión fiscal en España es muy baja: 33,1%; 8,2 puntos por debajo de la media. El reparto de cargas es equitativo, y, al contrario de la tendencia general, ha subido la recaudación por impuestos sobre rentas del trabajo (1,8 puntos desde el 2000) y el capital (tres puntos) mientras bajaba por tasas indirectas (1,6 puntos menos).

Alemania

La presión fiscal se eleva casi al 40%, pero mientras la tasa media sobre las rentas del trabajo ronda el 39%, la del capital está en el 23,1% y la del consumo no supera el 20%. Desde que comenzó la crisis, Alemania ha reducido un punto el tipo mínimo del impuesto para las rentas bajas, para compensar, tal vez, el recorte de beneficios sociales. También se ha protegido a la industria del automóvil con beneficios fiscales y ayudas directas para la compra de coches.

Francia

La presión fiscal es de las más elevadas (casi el 43%), aunque también con numerosas diferencias: las tasas que gravan el trabajo y el capital rondan el 40%, mientras que las del consumo están en el 19%. El Gobierno ha rebajado el gravamen a las rentas más bajas, y este año planea modificar el impuesto de sociedades para mejorar la competitividad de sus empresas. Solo ha bajado el IVA a los restaurantes.

Reino Unido

La tasa implícita sobre el capital (45%) casi dobla a las del trabajo (26%) y el consumo (17,6%). La presión fiscal global también está en el 37,3%, dos puntos por debajo de la media europea. Durante dos años, entre el 1 de diciembre del 2008 y el 31 de diciembre del 2009, se aplicó una reducción temporal de 2,5 puntos en el IVA, que pasó del 17,5% a 15%. A cambio, y para compensar la pérdida recaudatoria de esa medida, se subieron los impuestos indirectos sobre el alcohol y el tabaco.

Italia

La presión fiscal está 3,5 puntos sobre la media, con tasas muy altas para las rentas del trabajo (42,8%) y el capital (35%) y bajas para el consumo (16,4%). Para combatir el colapso de la construcción se prolongaron las ventajas fiscales para la renovación de viviendas e incentivó su compra.