Asegura que es una medida necesaria para apuntalar el crecimiento y que no afectará a los gastos sociales
29 ene 2010 . Actualizado a las 10:32 h.El Gobierno tiene previsto aprobar hoy, en la reunión semanal del Consejo de Ministros, un plan de austeridad para recortar en cerca de 50.000 millones de euros los gastos del Estado en los cuatro próximos ejercicios presupuestarios (hasta el 2013) y reducir así el abultado déficit de las cuentas públicas.
Esta medida de ahorro está recogida en el anteproyecto de Ley de Economía Sostenible presentado por la vicepresidenta económica Elena Salgado en noviembre, y en el que se otorga al Gobierno un plazo de seis meses para aprobar un proyecto de ahorro que permita mantener el equilibrio presupuestario en base a los compromisos del Pacto de Estabilidad.
En este sentido, fuentes del Ejecutivo apuntaron ayer que es el «momento justo» para adoptar medidas restrictivas, ya que, alegan, cuando estalló la crisis hubo que centrar los esfuerzos en tomar medidas de urgencia para rescatar al sistema financiero y garantizar el ahorro de los ciudadanos.
Después, en la segunda fase de la crisis, el Gobierno aprobó el Plan E, con medidas urgentes para dar oxígeno a las pymes, preservar los derechos sociales y paliar la sangría del desempleo en la construcción.
Una vez que desde el Ejecutivo consideran que la economía española ya ha tocado suelo y que incluso, como adelantó Salgado el martes en Bruselas, España podría haber salido técnicamente de la recesión en el último trimestre del 2009 (período para el que espera un crecimiento de entre -0,1% y 0,1% del PIB), el plan de austeridad es calificado como una medida «valiente» para apuntalar el crecimiento.
Con todo, desde el Gobierno se dejó ayer claro que el programa de recorte no afectará a las partidas básicas del gasto social, como las pensiones, las prestaciones por desempleo, la educación o la inversión comprometida para la atención a los dependientes. Estas mismas fuentes apuntan que el propio Zapatero dio orden a sus ministros de que ajustasen los presupuestos de sus departamentos pero siempre bajo la premisa de que la crisis no la pueden pagar los más débiles, por lo que las partidas que se tocarán serán las de gastos de personal y bienes y servicios corrientes, y también ligeramente la de inversiones.
«Enmienda» a los Presupuestos
Unas explicaciones que no convencen al Partido Popular, que considera que el plan de ahorro previsto por el Gobierno equivale a «la enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado en menos de un mes», en palabras de la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, quien culpó del déficit a la «política de gasto que viene arrastrando el Gobierno socialista».
Ante las críticas, desde el Ejecutivo aseguraron que su propuesta cuantifica el ahorro y las partidas en las que se aplica, al tiempo que destacaron que «un plan serio solo puede ser plurianual», frente al programa anual que solicitó el PP en el debate de los Presupuestos.